La tasación actual de la división alcanza los 3.147 millones, un 21,3% más que hace un año y 916 millones por encima de la capitalización bursátil de la compañía. ‘No entiendo el divorcio entre el mercado y el verdadero valor de la empresa’, lamentó Villar Mir ante un foro repleto de analistas de Bolsa. La acción cerró recientemente en 25,50 euros y sólo los contratos de infraestructuras de transportes deberían aportar 36 euros por título a la cotización, según el ejecutivo.
De la tasación actual, 1.318 millones proceden de las autopistas mexicanas; 824 millones de los activos brasileños; 604 millones de Chile, y 318 millones de España, como principales mercados. La metamorfosis del Grupo OHL hacia firma concesionaria, por encima de su identidad como constructora o prestadora de servicios, es patente en virtud de los esfuerzos que dedica a esta parcela: el 80% de sus inversiones.
Como resultado, debe el 58% de su Ebitda y el 12% de la cifra de negocios a las autopistas . Un negocio que promete más aún. La cartera de ingresos procedente de las carreteras (89%) y su pequeña presencia en ferrocarriles (9,2%) y puertos (1,3%) es de 46.175 millones a lo largo de la vida de los contratos. Y el objetivo es que ese ratio crezca, con el rastreo de oportunidades en Brasil, México, Chile, Perú, toda Europa y Estados Unidos.
La fórmula para seleccionar proyectos, según Villar Mir, es inflexible: ‘Vamos a países que aporten seguridad jurídica y a por contratos con una rentabilidad mínima del 15% en euros’. La compañía busca mantener su tasa de participación en esos proyectos en una media del 70%. En cuanto a la fórmula de financiación, en sus inversiones aporta hasta el 30% del montante en fondos propios, por un 70% en financiación externa. ‘No entiendo el divorcio entre la Bolsa y el verdadero valor de nuestra empresa’, lamentó Villar Mir ante los analistas. OHL ha destinado 802 millones a concesiones de infraestructuras de transportes a lo largo de 2007, frente a una media de 600 millones en ejercicios anteriores.
Y la apuesta seguirá al alza, para rondar los 1.000 millones anuales hasta 2010. ‘Este es un negocio de riesgo controlado que arroja ratios de Ebitda sobre ventas del 70%, frente al 2% de otros negocios’, zanjó Villar Mir. Su empresa está en disposición de cerrar compras de concesionarias, al margen de sondear oportunidades entre las constructoras estadounidenses.
Lo que descarta a corto plazo es sacar a Bolsa la que considera la joya de la corona, un paso que no se dará hasta que Concesiones sea capaz de volar sola. Es decir, funcionar sin la inyección de capital de la matriz.