Y la conclusión del estudio es clara: el apoyo y la protección que el Estado entrega al sector agrícola son mucho más bajos que los de la mayoría de los países de esa entidad internacional. "El modelo agrícola chileno, sin subsidios, basado en el mercado y en la apertura al exterior, es el ejemplo perfecto. Va exactamente en la línea de lo que la Ocde recomienda a los países miembros, en cuanto a bajar los niveles de intervención del mercado y ayudar a los agricultores a través de pagos directos que vayan específicamente enfocados a los objetivos. Eso es lo que hace Chile", señala Tangermann.
Para el especialista, los aspectos que permitieron que Chile aumentara la competitividad y el desarrollo del sector agrícola fueron la reducción de los niveles de protección y de los aranceles a los productos agrícolas. "Al reducir la protección, que es lo que Ocde recomienda, ha desarrollado otro tipo de ayudas o de pagos a los productores que han reforzado la competitividad". El directivo del foro internacional habla también de los "peros" encontrados en el modelo chileno.
–Al sugerir evaluar la eficacia de los programas de apoyo, ¿es en el sentido de prevenir la corrupción?
–En ninguna parte se habla de corrupción. Esto tiene que ver con evaluar los programas, y eso Chile lo está haciendo bien en comparación con otros miembros de la OMC, pero creemos que puede hacerlo mejor. Y también en el sentido de tener la necesaria coherencia entre las políticas, porque siempre se pueden hacer mejor las cosas.
–¿Qué opinión tiene de la política de acuerdos comerciales? La Ocde prefiere los acuerdos multilaterales.
–Cuando se comparan los acuerdos multilaterales con los regionales o bilaterales, vemos que los que Chile ha suscrito van muy en la línea e incluso más allá de lo que la OMC exige. Entonces, no hay una incompatibilidad. Desde ese punto de vista, la política chilena es muy coherente. Un ejemplo es el tema medioambiental, que está presente en sus acuerdos.
–En el informe se señalan las falencias del país en investigación y desarrollo, innovación, y en capacitación. ¿Qué debe hacer Chile?
–Para empezar, yo no hablaría de fallas o deficiencias. Yo lo pondría en los siguientes términos: Han construido un edificio muy bien hecho, que está muy por encima de los que han levantado otros países. Lo que plantea el estudio es que para completar la obra se requiere poner un jarrón con flores preciosas en la mesa. Las flores significan que lo que debiera hacer ahora es reorientar su objetivo e ir en apoyo de los productores y de la gente, porque ese tipo de políticas de desarrollo de las personas en el largo plazo va a dar mejores frutos, ya que tiene que ver con el futuro del desarrollo del país. ¿Se viene un cambio estructural en la agricultura del mundo por el alza de los alimentos?
–De los bajos niveles de precios a los que estábamos acostumbrados en la última década hemos pasado a un peak del que esperamos van a bajar, pero no a los anteriores valores. Para los próximos diez años estamos hablando de un cambio estructural en los precios que, según estimaciones, serían entre 20 y 40% superiores a los de los años pasados. ¿Esto podría contribuir a bajar los subsidios y a empujar las negociaciones de Doha?
–Es precisamente eso lo que les estamos diciendo a los países miembros. En el escenario económico de hoy ya no son necesarios los subsidios con el nivel de precios que hay. Les estamos pidiendo que cambien su posición a la luz de los antecedentes económicos de hoy. No tengo la certeza, eso sí, de que los negociadores de los distintos países vayan a seguir estos consejos.