No es de extrañar. El miedo a perder el empleo incita a las personas a no seguir los consejos terapéuticos cuando se les diagnostica una depresión o ansiedad. Durante el año 2009 las bajas laborales han descendido un 40% pero las consultas médicas por afecciones mentales de la índole de las que nos referimos han aumentado, y si traducimos estos porcentajes a términos de productividad, diremos que la ansiedad y las depresiones generaron unas pérdidas económicas durante el pasado año de 90.000 millones de euros.
Valorando estos aspectos podríamos asegurar que estas enfermedades, incrementadas de una manera peligrosa en la sociedad moderna, son “cosa de todos”; porque destruyen a la persona afectada, merman la productividad de las empresas y aumentan de manera desorbitada los costes de la Seguridad Social. Es, a todas luces, inevitable, recordar que el 80% de las bajas de más de seis meses suelen prolongarse hasta los cinco años.
Por otra parte, la ansiedad, que afecta a más de seis millones de españoles sin que lo sepan, interfiere en todos los aspectos de la vida de una persona incitándola, en un porcentaje altísimo de los casos, al consumo de drogas, de alcohol, de todo tipo de sustancias adictivas o incluso al suicidio. Sin ir más lejos, los psiquiatras han declarado al suicidio como la primera causa de muerte no natural en España entre la población joven.
La ansiedad, su diagnóstico y su tratamiento han sido sometidos a debate en Barcelona recientemente en el V Congreso Nacional sobre la ansiedad y los trastornos comórbidos, organizado por el Instituto Europeo de Neurociencias; y nadie mejor que su presidente, el Doctor Salvador Ros, para ayudarnos a tomar el pulso a estas enfermedades que causan estragos en la persona, la familia, la sociedad y las empresas.
El Doctor Salvador Ros -miembro del Servicio de Psiquiatría del Hospital del Mar de Barcelona, Director Médico del Instituto Europeo de Neurociencias y autor del libro “La Conducta Suicida”, de la editorial ELA- nos aclara en esta entrevista que les ofrecemos en vídeo/tv muchas dudas, desmitificando unas afecciones mentales que estigmatizan a quién las padece y que precipitan a las personas al vacío. Sereno y realista, termina citando una frase de E. Ringel que nos demuestra sus confianza en las personas. “El suicidio es una solución eterna para lo que a menudo no es más que un problema temporal”.
Gema Castellano
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