Despejemos dudas, Chile mejora pasando del lugar 25 al 21 entre 178 países. En nuestro país el ranking lo presentó Chile Transparente -capítulo chileno de la entidad-, destacaron que Chile recibió una nota de 7,2 sobre 10 puntos, subiendo en 0,5 su evaluación de 2009.
La calificación ubicó a Chile como el tercer país con la mejor nota de todo el continente americano -en 2009 era el quinto- siendo sólo superado por Canadá (6º lugar) y Barbados (17º lugar), y líder a nivel de Latinoamérica, despegándose de Uruguay, país con el que el año pasado compartió el sitio 24 y que en esta ocasión obtuvo una nota de 6,9.
Ambos, eso sí, están sumamente despegados de sus pares sudamericanos: el más cercano, Brasil, figura en el 29 con una calificación de 3,7, prácticamente la mitad de la evaluación obtenida por Chile.
9,3 puntos obtuvieron Dinamarca, Singapur y Nueva Zelandia, para coronarse como los tres países con una percepción de menor corrupción.
¿Qué es la Transparencia?
Según el Lic. Eudelio López Reyna M.A. Catedrático del Instituto Tecnológico de Nuevo León y Presidente de la Academia de Ciencias Económico Administrativas, “la Transparencia es un mecanismo que evita el mal uso de los recursos públicos, el secreto, la improvisación, la ineficiencia, la discrecionalidad arbitraria y el abuso en el ejercicio de la función pública. Esto se da mediante la información veraz, oportuna y sistemática. Mediante la transparencia se fortalece y promueve la participación de la ciudadanía en los asuntos públicos”.
Añade López Reyna, que “también se puede ver el tema de la transparencia como una función adicional de la Economía, las Finanzas y la Administración de las grandes variables tales como crecimiento, gasto público, recaudación tributaria, etc.”
Entre los 31 países que integran la OCDE, Chile obtuvo la posición número 17, superando en una décima el promedio de nota de estos, 7,1.
De los 178 países encuestados, casi las tres cuartas partes estuvieron debajo del índice de 5 en una escala del cero para el más corrupto y 10 para el más limpio. El índice de corrupción de Transparencia Internacional se basa en 13 encuestas de gente de negocios y expertos conducidas entre enero del 2009 y septiembre del 2010.
“La transparencia no se limita a ser un elemento preventivo de la corrupción, sino que además es fundamental para el funcionamiento de un sistema democrático, dado que su existencia o ausencia afecta la relación entre los ciudadanos y el Estado”, dice el Licenciado López Reyna.
Chile, se posicionó justo un puesto por detrás de Gran Bretaña, en el 20, por delante de Estados Unidos en el 22, Francia en el 25, Israel y España en el 30, Italia 67, China y Grecia en el 78 o Rusia en el 154.
La transparencia, indica López Reyna, “acerca el comportamiento de la Administración Pública a la voluntad del ciudadano, facilita la participación de los ciudadanos en la toma de decisiones del Estado, contribuyendo a que los ciudadanos se identifiquen más con el sistema democrático”.
«Permitir que continúe la corrupción es inaceptable; demasiada gente pobre y vulnerable sigue padeciendo sus consecuencias en el mundo», dijo Hugutte Labelle, directora de Transparencia Internacional. «Debemos ver una mayor aplicación de las reglas y leyes existentes. No debería haber refugio alguno para los corruptos o su dinero».
Una de las sorpresas agradables fue el caso de España donde la corrupción de políticos y funcionarios disminuye después de cinco años de incrementos, debido a la menor inversión inmobiliaria por el pinchazo de la burbuja y a la apertura de numerosas investigaciones por las autoridades judiciales para depurar responsabilidades en ese sector.
Por último, siempre en palabras de López Reyna, “la transparencia reduce la incertidumbre y aumenta la predictibilidad de las decisiones del gobierno, logrando de esa manera la reducción del riesgo e impulsando la inversión privada –local o extranjera-, y, por ende, el crecimiento económico y la generación del empleo productivo. La transparencia además es importante para que se logre la eficiencia en el manejo de la Administración Pública”.
La confianza es una de las consecuencias más inmediatas de la transparencia, facilita el acercamiento y la inversión.
TOMáS PABLO R.