Después de casi una década, veinte millones de euros invertidos -cuando el presupuesto inicial era de 4,8 millones de euros- y un informe de la comisión de investigación que pone en evidencia incluso responsabilidades políticas en un presunto fraude económico, el Museo Cristobal Balenciaga ha abierto sus puertas en una sede de excepción, el palacete Berroeta Aldamar.
Algo más de diez mil metros de superficie que pertenecieron a doña Blanca de Aragón y Carrillo de Albornoz, Barroeta-Aldamar y Elío, Marquesa de Casa Torres -madre de la Reina Fabiola de Bélgica- auténtica descubridora del talento de Balenciaga durante sus vacaciones de estío en Getaria.
Corría el año 1999 cuando una fundación privada, presidida por Hubert de Givenchy -discípulo de Balenciaga-, con patronos de lujo como la reina Fabiola de Bélgica, Paco Rabanne, Ungaro u óscar de la Renta, con el aval como ministra de cultura, entonces, Esparanza Aguirre y con patronazgo de honor de los Reyes de España, lanzaba el proyecto. la Fundación se constituyó con una aportación de cuatro millones de euros que el gobierno entregó puntualmente entre el año 2000 y el 2003; pero la mala gestión y un profuso sistema de empresas participadas en el proyecto liderado por Mariano Camio, vicepresidente ejecutivo de la Fundación y artífice también de la contratación del arquitecto cubano, Julián Argilagos, desataron la polémica.
Sin entrar en detalles porque no viene al caso y el proceso permanece abierto, diremos que Mariano Camio -el cual, sorprendentemente, también fue nombrado gerente de la Fundación Berroeta Aldamar participada por el Gobierno Vasco, la Diputación de Guipuzcoa y el Ayuntamiento de Getaria que se hizo cargo del proyecto en 2005- está imputado en un grave caso de corrupción y el arquitecto Julián Argilagos, único implicado que no ha declarado todavía, se encuentra en Florida previo cobro de más de un millón de euros. Todo se verá.
Pero ni siquiera esta truculenta historia de corrupción ha conseguido minimizar la emoción ante la posibilidad de poder apreciar 1.200 piezas de alta costura diseñadas por el modisto vasco que la fundación expondrá de una manera rotativa. La exposición permanente exhibe 90 trajes, entre los que hay piezas pertenecientes a Grace Kelly y a Fabiola de Bélgica, distribuidos en seis salas temáticas y el espacio albergará también una escuela de alta costura situada en un edificio anexo.
La Reina Doña Sofía, acompañada de Patxi López y de la ministra española de Cultura, ángeles González Sinde, además de 375 invitados, ha sido la encargada de inaugurar este museo que se encargará de mantener vivo el legado del modisto en su propia tierra. Contemporáneo de Coco Chanel y Christian Dior, está considerado como el modisto de alta costura español más importante de la historia y durante los años ’50 fueron las propias Casas Reales las encargadas de subirlo al estrellato luciendo sus elegantísimas creaciones en las fiestas de la alta sociedad y publicaciones de moda.
Por fín, el Museo Cristobal Balenciaga ha abierto sus puertas; ahora todos esperamos que las responsabilidades sobre la gestión de este proyecto se depuren en un intento de que su recuerdo en Getaria quede definitivamente al margen de especulaciones sobre su fundación.
Gema Castellano
Web: http://cristobalbalenciagamuseoa.com
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