Sin embargo y pese a sus ‘handicaps’, el sector turístico-hotelero supone en España el 10,3 % del PIB con más de 411.000 empresas que emplean a casi dos millones y medio de trabajadores; además de ofrecer, en estos momentos de coyuntura económica adversas, jugosas oportunidades de negocio a los inversores que favorecen el cambio de manos de interesantes activos. Esta premisa, sin duda, podría dibujar un panorama muy diferente en el medio plazo de la oferta hotelera en España; según la tendencia de 2010 cuando el 70% de las inversiones, unos 487 millones de euros -un 23% menos que en 2009- se concentraron en Madrid y Barcelona.
Porque, sin duda, el tipo de oferta hotelera también es un factor determinante a la hora de definir el ‘target’ del cliente, aunque -según afirma Pau Guardans -presidente de In Hotels & Real Estate y principal accionista con una participación del 60% además de presidente de Unico Finest Hotels- “en España hay mercado para todo tipo de hoteles”; a pesar de que el sector intermedio -ese que no se dedica al gran lujo o al low-cost- haya sufrido hasta casi su desaparición.
Lo cierto es que pese a la incertidumbre actual -guerra de precios, descenso de la calidad o caída en picado de las tarifas- que están polarizando la oferta en un nivel hotelero intermedio, la industria tiene claro que debe reaccionar ante la aparición de un nuevo perfil de consumidor que busca productos selectivos y, también, ante los recién surgidos modelos económicos. Ahora, y porque sigue siendo prácticamente la primera fuente de ingresos del país, en España todo lo relacionado con el turismo o sus actores principales es susceptible de crítica, observación o análisis. Y no es cosa si importancia, dado el nivel de competencia actual y el que se puede dibujar a corto plazo gracias a los cambios que ya se vislumbran en el Norte de África.
Para los inversores hoteleros son todo oportunidades, aunque se imponga la prudencia y la “ingeniería” financiera; o dicho de una manera coloquial, el “encaje de bolillos” con los números. Y nos lo cuenta Pau Guardans, cuya sociedad In Hotels caba de hacerse con el cinco estrellas situado en el Barrio de Salamanca -la milla de oro madrileña- hotel Selenza, con cocina de Ramón Freixa.
Paradójicamente el Selenza era propiedad del Grupo Rayet -socio de Guardans en la sociedad “Unico” que recientemente ha sido asumida al 100% por In Hotels- constructora presidida por Félix Abánades que lidera también la inmobiliaria Quabit de la que Pau Guardans es vicepresidente. No se conocen ni el valor real ni los detalles que ultiman la transacción de compraventa, aunque se especula con una cifra que se acercaría a los 18 millones de euros. EL Selenza pasa a llamarse Unico y competirá con lo más exclusivo en hotelería en la capital de España.
Hemos hablado con Pau Guardans Cambó, un empresario hotelero que cuenta en su árbol genealógico con un político influyente y ministro en varios gobiernos de España -Francisco Cambó- y que también ha participado de la política asumiendo la dirección general del Ministerio de Industria con Josep Piqué.
Un libro abierto que, con exigencias de empresario y seductora diplomacia de político, nos dibuja el panorama español en lo que a turismo se refiere. En esta entrevista que les ofrecemos en formato de Vídeo/TV, Guardans nos da las claves sobre las necesidades de una nueva generación de formados empresarios que solo desean que “les dejen hacer”.
Gema Castellano
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