Representante del Banco Central Europeo, BCE, afirmaba hace pocos días en Hong-Kong, que la inflación se está convirtiendo en un problema y aseguró, «hay una presión sobre los precios de productos agrícolas y puede que no sea un fenómeno temporal, sino permanente, al igual que con la energía.
Para percatarse del gran esfuerzo impulsado por las firmas chilenas dedicadas a la producción de alimentos no hay que remontarse muy lejos en el pasado, el salto ha sido de pasar de una agricultura orientada al consumo interno a otra dirigida al exterior. Un ejemplo de esto lo representa el sector frutícola que en los últimos 13 años ha crecido un 40%.
Muchas de las compañías interesadas en tomar parte en el Foro de Inversiones de la Industria Alimentaria en Santiago de Chile, se sorprenden de lo rápido que se ha ido expandiendo la industria nacional, y se interesan por los aciertos que se detectan a mediano y largo plazo.
Por lo pronto, más allá de la coyuntura, entendemos que está expansión que están experimentando los precios ha venido para quedarse, ya no solo por lo que se dice acerca del alza del precio del petróleo, o de los fenómenos climáticos que se hacen presente de forma recurrente en diferentes partes del planeta, sino, también, porque una gran parte del mundo emergente se está incorporando a la llamada clase media demandando más alimentos, decíamos hace poco que en un corto tiempo pasaremos de ser 6.900 millones de habitantes a 9.000.
De ahí que las empresas productoras, las procesadoras, industrializadoras y las auxiliares de las anteriores, las de biotecnología aplicadas a esta industria, o las tecnologías de la información y las comunicaciones cuentan con un gran futuro, particularmente en Chile, el mundo las necesitas.
Chile trabaja con denuedo para convertirse en una “Potencia Alimentaria” global, esto es situarse entre las diez principales naciones exportadoras de alimentos, lo cual está siendo posible en el plano internacional a la intensificación de la estrategia de suscripción de acuerdos comerciales, hasta la fecha suman 21 que involucran a 58 países, y en lo nacional al impulso de una política agraria renovada y dinamizadora y a la capacidad del sector productor y exportador de adaptarse al contexto de globalización que se vive desde hace algunos años.
La transformación vivida desarrollo agroexportador ha sido considerable, en opinión de expertos se ha “pasado de una posición de aprovechamiento de ventajas comparativas (estáticas y acotadas), basada en productos de poco valor agregado (commodities agropecuarios), a un estadio de desarrollo de ventajas competitivas (dinámica e ilimitada), basado en productos de alto valor (alimentos diferenciados por calidad)”.
El papel de los países desarrollados imponiéndonos exigencias fitosanitarias ha contribuido a incorporar el concepto de calidad e inocuidad alimentaria en los mercados agrícolas. Esto se ha visto materializado a través de la introducción, en los procesos productivos, de protocolos de buenas prácticas agrícolas y de manufacturas. Dichos estándares persiguen, además, la homogenización de los procesos productivos bajo estrictas normas de calidad. Este hecho se transforma en una ventaja al momento de explorar nuevas alternativas de mercados, convirtiéndose finalmente en una estrategia de competitividad para los procesos de exportación de los productos agropecuarios chilenos.
La idea implícita detrás del nuevo paradigma, Chile Potencia Alimentaria, tiene especial relación con el fortalecimiento de los encadenamientos productivos y la disponibilidad, tanto en cantidad como en calidad, de productos hortofrutícolas, pecuarios y pesqueros aptos para la ingesta humana. Este hecho, junto con los avances tecnológicos incorporados a los procesos y productos agropecuarios, acuícolas y agroindustriales son los factores diferenciadores que resaltan a todas las naciones que se precian de ser consideradas como potencia en los mercados agrícolas mundiales.
Junto a Chile, otros países de la región están asumiendo un rol trascendente en la producción de alimentos, esto abre grandes oportunidades a los empresarios extranjeros para expandirse e implantarse accediendo en condiciones inmejorables a un gran mercado en el cono sur de América. Las empresas que están llegando han venido a quedarse, la era digital permite enfoques novedosos que no hacen otra que fortalecerlas dejándoles grandes espacios para crecer.
La Industria Alimentaria, es una apuesta segura para la inversión.
Tomás Pablo