Sí. La editora jefe de Vogue América sabe que Estrella Archs está marcando las pautas de la innovación, encaminadas hacia la consolidación de un concepto mucho más evolucionado del diseño y la moda. A pesar del inmovilismo y la endogamia que se han instalado el sector -preso en un espiral marketiniana marcada por un miedo irracional a cambiar unas estructuras que hacen aguas- Wintour intuye la catarsis en proyectos como los de Archs y no está dispuesta a ceder ni un ápice de terreno, en su capacidad de alinearse con las nuevas formas de entender la vanguardia artística.
Sin embargo, la relación de Carlos de Inglaterra con la creadora española es puro compromiso y solidaridad. Estrella Archs, que define al Príncipe de Gales como una persona culta, comedidamente simpática y muy equilibrada, comparte con él la defensa de un estilo de vida sostenible y se ha convertido en una de sus más estrechas colaboradoras en su Campaña por la Lana -The Campaign for the Wool (CFW); una iniciativa sin ánimo de lucro con fin educativo y de divulgación cultural sobre la fibra de lana y sus beneficios.
Lo cierto es que esta creadora española formada en Saint Martins College of Art and Design, que ha desarrollado una extraordinaria labor creativa en firmas de lujo como Nina Ricci, Cacharel, Emilio Pucci o Prada y recuerda como un momento especial en su vida su flechazo profesional con Christian Lacroix, es una voz indiscutiblemente influyente en los más altos estamentos del diseño y de las manifestaciones artísticas relacionadas con la moda, aunque muy poco aficionada a conceder entrevistas. Está muy segura de lo que hace y, a pesar de considerarse una mujer ambiciosa, carece de cualquier tipo de vanidad que la obligue a sacrificar su imagen y sus principios, por una campaña de marketing. Sensible y visionaria, entra en sus proyectos de futuro la creación de una Escuela de Diseño capaz de formar a profesionales que dignifiquen la moda y su consumo, y que sean capaces de tomar consciencia de las auténticas necesidades sociales.
En esta entrevista que les ofrecemos en formato de vídeo/TV, Estrella Archs nos habla de un concepto de la moda que desconocemos y que surge al margen de las pasarelas y ‘lo comercial’, para fusionarse con la artesanía, el arte y la conciencia social. Vive entre New York, París y Londres, lugares que le influyen y en los que influye, y se reserva la Costa Brava para inspirarse.
Mujer individualista donde las haya, prefiere no alinearse con ningún movimiento o tendencia que no sea su propio criterio sobre las cosas, aunque su extremada percepción y aguda sensibilidad, la mantenga conectada con la realidad le guste o no. Un genio.
Gema Castellano
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Transcrición de la entrevista:
!Qué currículum tan amplio y qué poco popular eres!
Mi pasión es crear. Dedicarme a mi profesión trabajando. Y es en lo que me concentro realmente. En trabajar. Hay que trabajar más y buscar menos la notoriedad
Sin embargo, no te costó nada contactar con los más grandes de la moda desde que eras una novata.
Para mí fue muy fácil porque lo tenía muy claro. Cuando salí de Saint Martins School, la directora me aseguró que yo tendría mi propia marca en poco tiempo. Sin embargo, yo tenía muy claro que no sería así. Me propuse trabajar con lo que yo consideraba los mejores, porque soy muy curiosa y lo que deseaba era aprender muchísimo. No sólo de moda. También de empresa y comunicación.
Pero Saint Martins College te ayudó mucho.
Cierto. Aprendí a conocerme a mí misma. A parir la creatividad desde la profundidad de mi “yo”. Esto me aportó una riqueza increíble. En un principio angustia tener tanta libertad, pero pierdes el miedo a expresarte como tú eres y a sacar tu autenticidad.
Has trabajado con los mejores, pero con Lacroix la relación es especial
Sí, sí. La vida es mágica. Y cuando menos me lo esperaba, surgió un alma gemela. Lo conocí y a los dos minutos estábamos cantando en catalán en Montmartre. Fuimos a comer para hablar de cómo podríamos colaborar y comenzó una conexión brutal. Estuvimos colaborando cuatro años. Nos pasábamos los diseños por fax. Nos comprendíamos sin hablarnos y nos tuvimos que separar, no porque quisiéramos, sino porque Crhistian Lacroix fue vendido a una sociedad de Florida que decidió llevar la firma por otros caminos.
Y de repente aparece otro “ángel de la guarda”, aunque otros piensen que es un diablo vestido de Prada ¿no?
Sí. Trabajando con Lacroix me habían hecho muchas ofertas y Anna Wintour me llamó para que fuera a trabajar a New York. En un día me citó con todos los diseñadores de la ciudad y tenía todas las puertas abiertas. Era como el cuento de Cenicienta.
Ana Wintour es el paradigma de muchas cosas, pero sobretodo de la prepotencia, la soberbia, la antipatía…¿qué hay de cierto?
Mi experiencia personal con ella es increíble. De mutuo respeto. Puede ser que de una imagen muy fría, pero para mí fue perfecta. Me preguntó: “¿cuántos días te quedas en New York?”. Le respondí: “me voy mañana”. Entonces me mandó un taxi y todos los diseñadores de New York me recibieron en persona ese día. Ella quería que me quedara, pero yo era muy fiel a Florencia donde trabajaba con Christian. Lo llamé, le conté lo que me estaban ofreciendo en New York y me dijo: “perdona pero nosotros tenemos un pacto de lobos. Hemos venido juntos y nos vamos juntos”. Quizás, al ser mujer, se haya construído una máscara que le dé más fortaleza en el mundo de los negocios.
¿Nada es lo que parece en el mundo de la moda?
Creo que así es. La imagen es importante y, sin darte cuenta, te vas creando una personalidad a parte. Yo lo he vivido en algunas épocas, pero las situaciones me han hecho bajar, afortunadamente, rápido. No me arrepiento de haberlo experimentado porque ahora soy consciente. Y siendo consciente, todo es más fácil.
Tú, incluso con mil apoyos al inicio, no creaste una marca propia. El sueño de cualquier diseñador novel. ¿Por qué?
Mi intención es conocer, entender y ser la mejor en mi trabajo. Me centro en eso. Si te centras en la imagen pierdes mucho tiempo.
Has decidido separar tus colecciones de las pasarelas tradicionales.
Y lo he hecho porque me siento así más cómoda conmigo misma. He trabajado durante catorce años a merced de la moda y ahora me he hecho un traje para mí. Y con él me siento cómoda. Después de bregar con los mejores equipos de diseño, con el lujo durante cuatro años, ahora he decidido llevar mi marca -que no me gusta la palabra marca- , mejor diré mi iniciativa, fuera de un sistema que hoy considero obsoleto. Lo que me interesa es dar vida a la visión que ahora tengo de las cosas.
¿Qué haces ahora?.
Lo que más me atrae son los happenings artísticos itinerantes por diferentes países y ciudades. Londres, París, Brasil, México, New York … donde también se pueden comprar mis colecciones. He creado también el concepto más personal ”soul to soul”, basado en la idea del pintor que hace retratos. Le hago un retrato a la mujer, creo colores para ella en tejidos artesanales, utilizo cortes que se adaptan a su cuerpo exclusivo… y todo desde un punto de vista de conexión con su interior. Cada mujer tiene un cuerpo y un alma, y ahora me apetece también vestir el alma.
Me comentabas que querías hacer vestidos que trasciendan a tu propia muerte.
El “Mass Market” de lujo ya lo he pasado. Ya sé como va. Unas cosas me gustan y otras no. Creo en una cosa más “nice”, más personalizada, más cuidada, hecha con cariño. El prêt-à.porter, aunque sea de lujo, lleva tiempo si lo tratas con amor. Y eso se nota. Porque el amor es mágico y es lo que mueve el mundo.
¿Existe otro concepto de la moda que no conocemos?
Existe. Es el presente y el futuro próximo. Porque para hacer moda no hace falta matar animales o destrozar el planeta. Un vestido puede ser bello por fuera y por dentro. Ahora es necesaria una visión general, para que un diseño sea bonito. En este sentido estoy colaborando con el proyecto “La campaña por la lana”.
¿Con el Príncipe Carlos de Inglaterra?
Sí. La Campaña está promocionada por él. Es un erudito. Un visionario. Muy responsable y un gran ecologista. Una persona muy equilibrada. Se trata de defender la cadena de producción de la lana y de reivindicar su utilización por el bien del planeta y nuestro. Es la fibra con la que se tejen los sueños.
Muy alejada toda esta filosofía del concepto “tendencia” que lidera la moda comercial.
Con todo el respeto hacia la gente que ve la moda así, creo que seriamente hay que hacer un reflexión profunda. Hay que hacer notar que muchos ríos -por ejemplo- ya no son transparentes, sino de colores. Se ha hecho mucho daño. Para hacer moda no se necesita castigar a nadie. Las tendencias son un motivo meramente comercial. Lo mismo que el concepto “It Girl”. Está todo tan mezclado, que necesitamos que las cosas se pongan en su sitio de una vez.
¿Son las Escuelas de Diseño conscientes de esta nueva corriente en la moda?
Tristemente, creo que no. Yo hago una revolución silenciosa. Los jóvenes deberían tener mucha más rebeldía para cambiar todo. Dentro de mis proyectos está el de tener una escuela.de moda donde la gete se dedicara a investigar y a hacer muchas cosas con las manos.
Te has ganado tu independencia a pulso. Pero, ¿qué has perdido por el camino?. ¿Quizás notoriedad?
Estoy muy segura de lo que hago. Muy convencida. Lo que hago conecta mucho conmigo y con mi naturaleza. Creo que simplemente he ganado. No he perdido nada. Quiero hacer las cosas a mi manera.
¿Qué es el lujo para tí?
Para mí la palabra lujo está exenta de significado. AHora no existe. Me pregunto si el lujo es que grandes marcas estén fabricando en China. Algo tendrá que pasar y pronto, porque nada está al día. Hay que poner de moda estar al día.
Háblame de tu escultura.
Me hace mucha ilusión, porque es otra faceta que yo adoro. El arte, la escultura, la arquitectura, la pintura…El Principe Carlos me pidió que hiciera algo para su exposición itinerante hasta 2014, y se me ocurrió el concepto “Escultoure”; una fusión de las palabras “escultura” y “couture”. Me inspiró tanto que ahora estoy trabajando también en eso: esculturas que llevan vestidos “couture”. Son esculturas del tamaño de una persona. “Salvador”, la que está ahora en Shanghai, viajará por todo el mundo.
Gema Castellano