Su producto estrella, el panel Omega Zeta -el sueño de los arquitectos modernos- supone un prodigio de la nanotecnología aplicada a la fórmula del mortero por su firmeza, ligereza, capacidad de aislamiento acústico y térmico. Esta composición de micromortero pretensado, que responde a una formulación patentada y exclusiva desarrollada en Circa, es, también, resistente al fuego, flexible -con el objetivo de ofrecer múltiples posibilidades a la innovación arquitectónica- y su textura es personalizable en forma, diseño y color; pero lo que más sorprende es que se trata de un material cien por cien reciclable, que ofrece un ahorro energético global y de emisiones en CO2, de entre un 50% y un 80%. Podríamos estar hablando del material del futuro; pero, si mira a su alrededor, quizás encuentre un edificio construido con paneles Omega Zeta. Es probable, aunque son países como China los que más se interesan por la innovación en la remodelación de sus ciudades del futuro. Tanto, que Omega Zeta ha replicado un centro de producción de sus paneles en este país y pronto hará lo mismo en Brasil y África.
Recorremos los 10.000m2 del centro de I+D acompañados de Carlos Fradera, presidente de la Corporación Omega Zeta y personaje suprapasional al que tendrán oportunidad de conocer en la entrevista que nos ha concedido en exclusiva. Se trata de un lugar donde se investiga, se inventan cosas y se resuelven problemas propios y ajenos, relacionados con la innovación y la calidad de vida. Dar soluciones a ‘handicaps’ y paradojas que afectan a la sociedad y su entorno, es la prioridad. Allí, el trabajo intelectual y el manual son valorados de igual manera, porque el objetivo es que las ideas se hagan realidad mediante un trabajo coordinado. Nada se exterioriza. Si es necesaria una máquina, un sistema o una aplicación para mejorar la producción de los productos y servicios que desarrolla la Corporación, se inventa; y no sólo eso.
Además, la innovación se adapta enseguida a las necesidades de otras líneas de negocio de Omega Zeta, como la aparatología para sus Clínicas de Medicina Integrativa Omega Zeta o la empresa Bunker Detect, que cuenta con un sofisticado laboratorio informático de análisis forense capacitado para abordar cualquier situación relacionada con la seguridad, con las mayores garantías de éxito.
En definitiva, el conglomerado empresarial Omega Zeta es capaz de abordar tantos modelos de negocio como líneas de investigación se lleven a cabo en su laboratorio. Y tal productividad sólo es posible gracias a un centro de I+D real, eficiente y serio, liderado por equipos muy coordinados, capaces de innovar para colocar a las empresas de la Corporación entre la élite de la internacionalización del conocimiento. Lo cierto es que Carlos Fradera no es un empresario ‘al uso’.
Secundado en todo momento por Gillem Masdeu, su mano derecha, se retrasa continuamente cuando visitamos las instalaciones, porque se interesa por todo y por todos. “Recuerda a cada miembro de sus equipos y sus problemas”, me hace saber Guillem. Y no contento con eso, pone a disposición de cada uno de sus empleados todos los recursos a su alcance para que lo que les preocupa tenga solución. Necesita mentes libres, ágiles y despiertas capaces de crear e innovar; por eso los cuida. “Estamos continuamente formando el talento, porque él ¿ves? -comenta mientras me presenta a uno de los jóvenes ingenieros- se va a al centro de I+D de China en unos días”.
Fradera es un auténtico soñador con los pies en la tierra y un optimismo fuera de norma. Cree, ante todo, en el ser humano, y trabaja incesantemente con el fin de conseguir un entorno de bienestar para las personas. A sus ‘setenta y tantos‘ años está ‘hecho un claval’, pero tiene claro -muy claro- que su proyecto de vida no debe fracturarse cuando él falte. Con el objetivo preventivo de evitar cualquier entuerto, ha blindado la perdurabilidad de Omega Zeta bajo la figura jurídica de sociedad corporativa, muy consciente de que está haciendo algo ‘grande’. Pero mejor, escúchenlo.
En esta entrevista exclusiva que les ofrecemos en formato de vídeo/TV, encontrarán -muy seguramente- algunas de las claves para afrontar con esperanza unos tiempos nada fáciles. Y les recomiendo que sepan escuchar, porque -como a todos los sabios- a Fradera se le amontonan las ideas y tiende a expresarlas deprisa y amontonadas; como si el hecho de no soltarlas rápido, lo fuera a atragantar.
Hablamos con él de empresa, de humanidad, de internacionalización, de mercados, de investigación, de salud, de enfermedad, de inteligencia, de Europa, del futuro -una incógnita, por cierto- e incluso de física cuántica y la idea de Dios. Un auténtico filósofo en la piel de empresario vanguardista. Una locura. Pero escuchen, ¡porque les interesa!.
Gema Castellano
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