Todo en él llama a la atención. Su diseño, basado en la reconocible mezcla de formas cóncavas y convexas de Mercedes Benz; la decoración de su parrilla, que recuerda a una superficie de diamantes y sigue la línea de diseño abierta por el Concept A-Class y el acabado Alubeam de la pintura. Los faros son otra innovación que refuerza su estilo: recuerdan los de un felino, y en reposo brillan de rojo. Los retrovisores, en forma de onda, mantienen ese look futurista que se espera en un concept-car. Las ruedas, de 21 pulgadas, montan unas llantas con un diseño de turbina en las que se ha grabado el mismo motivo que en la parrilla. Un techo panorámico y ventanas sin marco aportan una extraordinaria iluminación natural al interior.
Un interior en el que predomina un salpicadero en fibra de carbono con detalles en lima eléctrico y un volante forrado en suede para mejorar el agarre con acabados en aluminio anodizado negro. Los cuatro asientos son integrales y llevan los reposacabezas integrados. Al igual que en el Concept A-CLASS las salidas de aireación son retroiluminadas y el color se adapta en función de la temperatura fijada en el control climático. Con aire frío son de color azul, y rojo cuando el flujo de aire es cálido. A una temperatura de gama media se iluminan en amarillo fluorescente quedando a juego con el resto del coche. El motor es turbo de 4 cilindros de 211CV controlado por un sistema 4MATIC que aporta tracción a las cuatro ruedas.
Todo un capricho…
JAE
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