Maserati ha pasado por las manos de Adolfo Orsi, un industrial italiano dedicado al lujo, que la vendió a Citroën en 1968, pero tampoco se quedó en la Casa francesa. En 1975 la adquiere un consorcio administrado por el constructor Alejandro de Tomaso -cuya empresa, todo sea dicho, fue declarada en bancarrota por el tribunal de Livorno en junio de 2012-; y en 1993 entra por la puerta grande de Fiat, para quedarse.
El Maserati Quattroporte fue el modelo que hizo que se dispararan las ventas de la constructora y ahora, la firma le rinde homenaje reinventándolo y reconvirtiéndo la berlina de lujo en un portento de 5.2m de largo, motor Ferrari fabricado en Maranello y un “0 a 100” en 4,7 segundos en su versión V-8, que pone el vello de punta al conductor más exigente.
Rabat, la Casa de joyería y relojería luxury barcelonesa -presente desde 2011 también en la calle Serrano de Madrid, con un innovador y magnífico espacio diseñado por la interiorista Estrella Salietti– ha sido la anfitriona del nuevo Quattroponte en la fiesta de su presentación, una velada a la altura de la belleza del vehículo, que recurrió a la discreción en el número de invitados seleccionados y al refinamiento en su ejecución.
En la ‘Capilla’ del Museo de Arte Contemporáneo (MACBA), diseñado por el arquitecto estadounidense Richard Meier -antigua capilla del Convento de los ángeles- se descubrió el nuevo Quattroponte con todos los honores y entre la expectación de los asistentes. No es para menos. El carrocero Pininfarina se ha lucido en las formas absolutamente aerodinámicas y los aspectos tecnológicos del vehículo. Elegante y poderoso, el Quattroponte calza llantas Neptuno de 19 pulgadas y todas sus luces son de LED; pero son sus interiores, absolutamente revisados, los que cortan la respiración.
La consigna parece ser ‘conseguir la máxima confortabilidad‘ al conducir y se consigue con la multifuncionalidad del volante con empuñadura deportiva, la versatilidad de las múltiples posiciones de los asientos y los mandos instalados en la consola central. Además, el interior está absolutamente insonorizado y la amplitud del maletero permite no tener que preocuparse por el equipaje.
Los refinados detalles como el compartimento refrigerado instalado en el reposabrazos, la utilización de maderas nobles como la vavona, la wengue pulida o la starwood, y las terminaciones brillantes Black Piano y Blu Laque, combinada con la piel Blue Navy rubrican la belleza de un interior de ensueño. Pero Maserati tiene por norma trascender lo bello para sorprender con la excelencia. El ‘Pack Luxury’ incorpora la piel natural Poltrona Frau en los asientos, combinada con el techo del habitáculo. Una maravilla detallista que no olvida una oferta de ocio multimedia a bordo espectacular y un sistema de navegación de última generación.
Poco más que decir sobre un Quattroponte que no deja de sorprender en cada una de sus versiones de avance. Esta sexta versión ofrece dos motores de gasolina para elegir: un V8 de 3,8 litros y 530 CV -en el mercado a partir de 169.907€- y un V6 de 3,0 litros y 409 CV que se vende desde 125.788€, ambos diseñados por Maserati Powertrain y fabricados por Ferrari. Una maravilla de la ingeniería automovilística.
Gema Castellano
@GemaCastellano
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