¿Alguna vez ha imaginado tener la oportunidad de ofrecer a sus invitados una velada de teatro en su jardín o el propio salón de su casa?. La experiencia es única; y si no fuera porque la cultura y los espectáculos han sido unos de los sectores más vapuleados por esta larga crisis, ésto jamás hubiera sido posible.
El “Teatro d’Appartamento” es la versión innovadora de una representación teatral tradicional que cumple dos objetivos: acercar el teatro al aficionado y permitir que los actores puedan dedicarse a su profesión.
La idea y la dirección artística es de Sandro Dieli, quien apoyado y promovido por la Asociación Cultural Glamourama Estudio y la Asociació Catalunya-Sicilia, ha creado la compañía de teatro “T d’ A”, cuyos actores –Jose Barón, Laura Llimona, Lorea Uresberueta y Ricard Salom– son capaces de adaptarse a cualquier espacio; aunque sea entre cuatro paredes.
La experiencia es indescriptible. Digna de ser vivida y emocionante. Sentir el movimiento, la voz, la agitación en la respiración, el sudor y la emoción de los actores tan cerca, introduce al espectador inevitablemente en la misma trama; obligándole a vivir el miedo, el sobresalto, la incertidumbre, el desconcierto… todos los sentimientos, como si fueran propios.
Cuesta volver a la realidad y retomar el rol de simple espectador en una situación en la que la adrenalina está asegurada. Teatro en estado puro.
Lo cierto es que, además, esta intrépida e inusual compañía de teatro ha acertado también en la elección de la una oferta teatral cuidada, actual y comprometida.
“Delirio a Dúo”, de Eugène Ionesco; “La Paradoja de Rusell”, de Cesc Ballesté y Jordi Casademont; y “Lungo le arterie del mondo” además de «Perbacco – Historias y cuentos sobre el Vino«, ambas de Sandro Dieli, son obras que tratan temas como la situación socio-económica actual, la lucha por la consecución de la felicidad o presentan argumentos más documentales como historias reales que les ocurren a personas normales y salen en los periódicos o un viaje a través de la historia del vino. Al final se trata, simplemente, de contar historias con las que el espectador empatice, sin renunciar en ningún momento a la calidad interpretativa.
La compañía “T d’A” no requiere ninguna infraestructura especial para poder representar la obra que el anfitrión elija. Son suficientes la calidad interpretativa de los actores y una obra inteligente, para asegurar una velada interesante con la que seducir a los invitados, que aúne la cultura con el ocio, la sofisticación, el buen gusto y el ‘arte de recibir‘. La manera de convertirse en el ‘anfitrión’ o ‘anfitriona’ por excelencia.
Gema Castellano
@GemaCastellano