Y es que el ciudadano no ha tomado conciencia, todavía, de que su auténtico poder está en el acto mismo de consumir. Elegir un producto u otro, en un momento determinado, puede suponer el desplome de una compañía en cuestión de minutos y, por esto, las coetáneas pactan precios, imponen condiciones de compra e incluso sanciones al usuario y buscan la connivencia del gobierno, que protege, siempre, sus intereses. La justicia tiene auténticos problemas a la hora de defender al consumidor de estos abusos y el coste emocional y económico al pretender justicia es altísimo.
No compensa el desgaste. De esta manera, cada vez son más las iniciativas privadas que ensayan diferentes estrategias basadas en la teoría de que “la unión hace la fuerza”, a la hora de conseguir beneficios y los mejores precios en los servicios de primera necesidad como electricidad, telefonía, gas o agua. No todas han tenido éxito. Las que se han basado en la premisa de conseguir, mediante la protesta, apoyos por parte del ministro competente o de la Administración han fracasado y es que el “quid” de la cuestión está en mirar al enemigo como a un igual para decirle eso de “no iremos a hacernos daño”, buscando el beneficio para las dos partes que garantice la convivencia.
Las asociaciones de consumidores se han convertido en gestoras de reclamaciones; hay que ir más allá. Nosotros queremos cambiar el enfoque y en vez de reclamar, pasamos a la acción: buscamos soluciones tangibles y beneficiosas para ambas partes: usuario y empresa.
«Egoísmo colaborativo. Esa es la consigna, entendiendo su significado relacionado con el planteamiento de retos, que reporten beneficios a los usuarios. Porque las compañías nos tratan como abonados y no como clientes; y por esto, no nos respetan». Esto es lo que opina el emprendedor Darius Funallet, quien junto a su esposa, Juana de Oliveira da Rocha, ha creado la marca registrada IAMTOGETHER, integrada en la empresa Dumas S.L, cuyo objetivo es abaratar la compra colectiva de productos y servicios de primera necesidad mediante la creación de diferentes retos.
Negocian con las grandes empresas, realizan una compra colectiva que beneficia tanto al usuario como a la propia empresa y aglutinan a las personas para obtener este beneficio común. No hablamos de un futurible y tampoco de un proyecto. Darius Funallet ya ha lanzado el primer reto, que consiste en vender 5 millones de litros de combustible cada 30 días (se cierra el ciclo el 21 de cada mes), consiguiendo un descuento que sí será rentable: 83 centimos de euro por litro a fecha de hoy (casi 5€ llenando un depósito con 60 litros). La operación es absolutamente transparente y el usuario no soporta riesgo alguno.
El ‘reto’ se lanza desde la web Iamtogether.com a un mes vista y comienza con un objetivo de 1 millón de litros, que proporciona a los participantes un descuento directo de 0,083€/Lt. hasta los 5 millones de litros, que proporcionan un descuento de 0,13€/Lt. En caso de que no se consiga el mínimo, sobre todo los primeros meses hasta que el número de usuarios llegue a una masa crítica, Iamtogether no te cobra nada por la gestión (cobran 0,99€ por recarga) y te garantiza un descuento mínimo de 0,05€/Lt. (5 céntimos)
Hemos hablado con Darius Funallet. En esta entrevista que les ofrecemos en formato de vídeo/TV, el empresario nos cuenta no sólo la diferencia entre su estrategia “de pacto” y otras más reivindicativas, mucho más alejadas de conseguir el beneficio colaborativo. Escuchen con atención, porque comprender esta diferencia es fundamental para ganar retos que nos ayuden a vivir mejor y a controlar el abuso de las grandes compañías. En definitiva, el beneficio mutuo es el objetivo.
Gema Castellano
@GemaCastellano