Horrach, entonces fiscal anticorrupción en Baleares, llegó al Caso Nóos a través de una denuncia por pagos irregulares del gobierno balear al Instituto de Urdangarín y Torres, interpuesta por el PSOE. Cuando inició la investigación no sabía que Urdangarín estaba en la trama, hasta que descubrió que Nóos había recibido 5.800.000 euros de organismos públicos, de los cuales 5.600.000 fueron a parar a empresas particulares de Diego Torres y del yerno de los reyes Juan Carlos y Sofía, Iñaki Urdangarín.
Fue en noviembre de 2011 cuando el fiscal Horrach toma consciencia de que el caso que le ocupaba iba a tener un alcance mediático sin precedentes en España. Había ordenado registrar los despachos de yerno del Rey y, con el beneplácito del Fiscal General, había firmado los indicios incriminatorios que recaían sobre él.
Según la denuncia de Horrach, Urdangarín y su socio Diego Torres utilizaron el Instituto Nóos como asociación sin ánimo de lucro para captar fondos públicos y privados, y habían utilizado sociedades mercantiles para desviar a ellas los fondos que recibían. El objetivo, según el fiscal, era el enriquecimiento.
Cuando Manos Limpias, ejerciendo de acusación popular, acusa a la Infanta Cristina de ser cooperadora necesaria de dos presuntos delitos fiscales cometidos por su marido, comienzan los problemas para Horrach; él consideraba que no existían pruebas que avalaran la imputación de la hija del Rey. Su defensa casi empecinada de Cristina de Borbón no sólo lo ha llevado a un enfrentamiento con el juez instructor del caso, José Castro, sino que también lo colocó en la picota ante los medios de comunicación y de la opinión pública.
Se ha hablado de reuniones secretas en el palacio de la Zarzuela a petición del rey emérito Juan Carlos, de intromisión del ministerio de justicia en el caso, de que Horrrach ha actuado como defensor de la hija del rey en lugar de ejercer su función de fiscal… En definitiva, se ha desarrollado toda una teoría de la conspiración que el fiscal niega y que, después de ocho años y cuando el ex duque de Palma entra en prisión, lo lleva a abandonar la Fiscalía de Baleares para dedicarse a otros proyectos personales.
Los daños colaterales del Caso Nóos para Pedro Horrach han sido considerables, pero el fiscal también siente el agotamiento tras una ardua carrera de lucha contra la corrupción política en Baleares con un complicado personaje de excepción: el expresidente Jaume Matas.
Ahora, en un libro titulado “Pedro Horrach, el fiscal que puso en jaque a la corrupción”, escrito por la periodista Ana Martínez Aguirre, el fiscal hace un repaso de su vida profesional y de algunos de los delitos más sofisticados. “Con todos ellos se podría hacer una película”, afirma.
Hemos hablado con él. En esta entrevista que les ofrecemos en formato de vídeo/tv hablamos del Caso Nóos, de la sentencia del Tribunal Supremo que ha condenado a Urdangarín a una pena de cinco años y diez meses de cárcel, de su convencimiento en la inocencia de la Infanta Cristina… pero también de sus motivaciones para mantenerse impasible en sus razonamientos jurídicos a pesar de que pocos los entendieron. Horrach pretende pasar página tras este largo procedimiento pero, a pesar de sus deseos, él siempre será el fiscal que no quería sentar a la hija del Rey en el banquillo de los imputados. ¡Escuchen!
Gema Castellano
@GemaCastellano