Pongamos en perspectiva otro dato. En España la principal causa de accidentes de tráfico es el uso del teléfono móvil; pero los adolescentes no conducen. La adicción a la Red no afecta solo a los hijos. La sobreutilización del móvil, de las redes sociales, de los juegos o de todo tipo de servicios que ofrece Internet también afecta a los adultos, aunque éstos creen que “controlan” y lo normalizan.
La “normalización” de la conducta adictiva a la Red de los más jóvenes es una realidad que desencadena otras adicciones, como el consumo patológico de pornografía o la ludopatía. Los adolescentes españoles comienzan a consumir porno por Internet antes de los diez años. Según Marc Masip, psicólogo y director del instituto psicológico “Desconecta”, conductas como la de “las manadas”, el aumento del machismo y el maltrato a la mujer, la sumisión por parte de las adolescentes o la práctica del sexo violento, grupal o incluso la violación múltiple encuentran su origen en el consumo de pornografía en la Red.
“El móvil es la heroína del s.XXI” Marc Masip
Pero tampoco podemos poner un cordón sanitario alrededor de los adolescentes con estos hábitos normalizados. Los datos son tozudos y afectan también a los adultos. Según una de las webs mundiales pornográficas más visitadas, de sus 40.000.000 de usuarios diarios el 2%, 800.000, son españoles. ¡800.000 españoles consumen pornografía todos los días!
España ocupa el décimo lugar en el ranking mundial del consumo de pornografía en la Red y el segundo, tras Estados Unidos, en consumo de pornografía infantil.
Respecto a las apuestas online el 16% de los adolescentes españoles son adictos y un 44% de los que prueban por primera vez adquiere el hábito patológico de apostar a través de la Red. Nos cuenta Marc Masip en esta entrevista en vídeo/tv que les ofrecemos a continuación, que no hay ningún tipo de control. Los padres asumen como normal este comportamiento ante un negocio que mueve alrededor de 1.800 millones de euros anuales y está avalado por ídolos como Ronaldo, Messi o Nadal.
En definitiva, asegura Masip, “la responsabilidad pura y dura es de los padres” y muchos de ellos deberán afrontar su propia actitud ante el uso del teléfono móvil y la propia Red, para poder ayudar a sus hijos.
Es, sin duda, un problema social muy complejo que hemos intentado abordar con todo respeto, seriedad, objetividad y datos con uno de los profesionales que más directamente convive con esa realidad. Marc Masip apela a la concienciación ante la “normalización” de conductas y a la educación. En cualquier caso, la responsabilidad es pura y dura de los padres.
Gema Castellano @GemaCastellano