Jiménez ha destapado las cloacas del periodismo. Y huelen muy mal las presuntas corruptelas de los profesionales del periodismo, en los que los españoles han puesto toda su confianza para informarse. Periodistas a sueldo de las compañías del Ibex, tertulianos puestos y quitados a dedo por el poder político, regalos, viajes, créditos en condiciones de privilegio, coches de alta gama cedidos de por vida, sobresueldos… todo a cambio del control de la información. Un secreto a voces que el corporativismo de la profesión ha mantenido debajo de la alfombra, mientras un sector de periodistas no sólo se mezclaban con el establishment sino que, asegura Jiménez, "se convertían en establishment".
David Jimenez dirigió el periódico El Mundo desde abril de 2015 hasta mayo de 2016, después de que la cabecera de 'Unidad Editorial' prescindiera de Pedro J. Ramírez y posteriormente de Casimiro García-Abadillo. El corresponsal de guerra llegó en una época crucial. El caso Gürtel, la detención de Rodrigo Rato, la imposibilidad de Rajoy para formar gobierno, el Caso Bankia, los Papeles de Panamá… eran asuntos que copaban las portadas de los diarios y las Cloacas del Estado funcionaban a pleno rendimiento manipulando y fabricando pruebas y creando informes falsos y "fake news" contra partidos políticos emergentes y personajes públicos, que no interesaban al poder. Policías espiando a políticos.
David Jiménez llegó al despacho de dirección del diario El Mundo sin ninguna relación con el poder político y económico en su agenda, pero en pocos días el Ibex en pleno se puso en contacto con él. También la Casa Real y el ministro del interior, Jorge Fernández Díaz, quien llegó a advertirle de que "no es momento para la neutralidad". En ese momento el ministro necesitaba el apoyo de El Mundo para que Rajoy ganara las elecciones.
Lo cierto es que la crisis económica había dejado a los grupos editoriales en una situación financiera precaria que los obligaba, en muchos casos, a "acuerdos económicos con las grandes empresas con que iban mucho más allá de la publicidad", dice Jiménez; pero lo peor es que éste no es un fenómeno provocado por la crisis. En época de bonanza económica ya existía y, según el autor de "El director", sigue existiendo.
En esta entrevista que les ofrecemos en formato de vídeo/tv, David Jiménez no elude ninguna pregunta. Insiste en que ha sido una necesidad escribir este libro, aunque entre sus compañeros las críticas hacia su persona hayan sido descarnadas. Parece que de momento el sector del periodismo prefiere seguir callando, aunque Jiménez no descarta que "algún periodista en España acabe en el banquillo". Escuchen, escuchen…
Gema Castellano @GemaCastellano