Integrado por miembros de la Asociación Internacional de la Prensa Profesional de Peluquería (AIPP), el jurado reunido en París evaluó el recién finalizado año 162 colecciones de tendencias procedentes de 18 países distintos y agrupadas en cinco categorías: peluquería comercial, de vanguardia, fotografía, dossier de prensa y peluquería de hombres.
Los prestigiosos y perseguidos premios internacionales se entregaron el pasado 17 de octubre en el Auditorio Porte Maillot de París con motivo del Mundial Coiffure Beauté, y pocos podían imaginar que en un certamen en el que las grandes firmas parecían dominarlo todo, triunfara una imagen personal. Emilia Martí se hizo con el premio por su creatividad, aunque el objetivo de esta profesional a la que le gusta calificar su trabajo como artesanal, sea la calidad en su máxima expresión. Emilia nos cuenta su experiencia en París, pero sobretodo, nos revela sus ilusiones y próximos proyectos.
¿Qué ha supuesto para ud este premio tanto profesional como personalmente?
Este premio ha sido muy importante y podría valorar muchas cosas. Por ejemplo a mis clientes les ha entusiasmando que yo gane este galardón porque ha sido un reconocimiento a alguien que lleva toda su vida dedicada a la peluquería. Para mí ha supuesto ‘la guinda del pastel’. Yo, verdaderamente, solo me di cuenta de la gran importancia que este premio tiene cuando llegué a París. De pronto me vi codeándome con la élite de la peluquería internacional. Fue un orgullo, porque por fin una profesional de Barcelona había ganado un premio internacional. Mi ego, evidentemente, se enriqueció considerablemente. Me sorprendía muchísimo cuando periodistas de diferentes lugares del mundo me decían que conocían mi trabajo y me proponían entrevistas. Yo soy persona de peine y tijeras en mano, y todo esto era nuevo para mí.
Una reina en París, pero al llegar a España, ¿podríamos hacer suyo el refrán de que nadie es profeta en su tierra?
En cierta manera sí. También debo decir que mi trabajo siempre se ha reconocido mucho incluso a nivel de colaboradores, pero esta experiencia tan brutal no la había experimentado nunca. Lo que más me seduce es que ha sido un reconocimiento a la imagen de Emilia Martí. Normalmente detrás de un premio de esta índole siempre hay grandes marcas. Lo que más me ha gustado es que ha sido un premio limpio. No comprado. Por tanto, que un jurado especializado elija mi imagen como la mejor es fantástico.
¿ Tuvo mucha competencia?
En el apartado de peluquería comercial competía con un italiano, un australiano, un francés, dos españoles y un alemán. El diferencial radica en que dentro mi modalidad no había ganado nunca un español. Por tanto, ser española y además mujer… imagínate. Me reconfortó saber que el jurado había elegido a la persona sin influenciarse por la firma a la que pertenecía. Evidentemente yo tengo un nombre dentro del ranking de la peluquería gracias a mi maestro Alberto Cebado, pero este reconocimiento un tanto anónimo, a la imagen de Emilia Martí, a la que yo quería trasmitir; me llenó de satisfacción.
Posiblemente sea ud ahora más conocida en el sector de la imagen fuera de España que aquí ¿le produce esto cierta tristeza?
Yo no tengo ninguna espinita que no pueda sacarme en este aspecto. Me siento totalmente reconocida. Además tengo claro que este premio es absolutamente profesional y va dirigido a profesionales y revistas especializadas; y como tal se ha tratado. Evidentemente me hubiera gustado que globalmente la prensa española se hubiera hecho eco, pero hay que tener en cuenta la génesis del galardón. Sé, además, que se ha comunicado muy bien también en nuestro país.
¿Cómo se llega a conseguir un premio de esta categoría?
Se llega amando mucho la profesión y ejerciéndola de verdad. Yo nací para esto y me siento muy feliz de trabajar en algo que me entusiasma. Mi meta es embellecer tanto a la mujer como al hombre. A mi me gusta personalizar los trabajos. No soy nada “máquina” ni pretendo tener una fábrica de hacer peinados. La gente viene a mi salón para encontrarse a sí mismos. Esto es muy bonito. Conseguir ayudar a la gente por la imagen, tan importante en estos momentos, es un éxito.
¿Qué cosas le inspiran?
Me inspira la personalidad. Cuando no conozco al cliente le hago muchas preguntas. Intento captar lo que lleva dentro porque todos somos de alguna manera guapos en nuestro interior. Me encanta que las personas salgan de mi salón pisando fuerte. Esto es lo que más me llena. Con un cambio de imagen debo conseguir que mi cliente salga ‘comiéndose Barcelona’.
Es ud una persona tremendamente aventurera y parte del año la dedica a viajar por países exóticos. ¿Qué se trae en su macuto imaginario?
Vuelvo muy llena. Mi saco de viaje vuelve a rebosar; porque evidentemente, conociendo otras culturas, otras etnias, aprendes muchísimo. A mi me entusiasma la mujer hindú; su elegancia y su calidad de imagen. En África disfruté con el pelo de los Masai. Todos los estilistas nos nutrimos de estos países porque son muy ricos y tienen mucho que dar a nivel de tendencias e imagen. También me encanta viajar porque me produce la sensación de variación… de cambio. Toda esta riqueza que me traigo después la plasmo en un cabello y el resultado es sensacional.
Me da la sensación de que demasiadas veces seguimos tendencias impuestas por las grandes marcas aunque no nos sienten bien. ¿Cómo consigue cambiar de idea a una persona que llega a su salón pidiendo un estereotipo?
Ahí es cuando debo aplicar mi intuición psicológica. Cuando un cliente viene con ideas que no comparto intento por todos los medios llevármelo a mi terreno, y te aseguro que en este aspecto tengo pocos fracasos. Creo que en el mundo de la peluquería todo cabe pero siempre y cuando este bien hecho. Yo soy una mujer muy vanguardista, pero según mi filosofía de vida y de enseñanza creo que hay una línea muy precisa. Si no llegas te quedas muy “ ñoño” y si pasas te vuelves hortera. El punto justo es la calidad.
Ud se formó en el seno de una gran firma pero ahora, del alguna manera, reivindica su propia imagen de marca. ¿Resulta difícil?
Alberto Cebado fue mi profesor y tengo mucho que agradecerle, además de que éramos grandes amigos. Él siempre creyó en mi vena artística, porque esto es algo que se tiene o no se tiene. Siempre potenció mi creatividad. Pero yo soy muy fuerte e intento hacer cosas por mí misma manejando el estilo. Mis trabajos se caracterizan por el sello de la calidad. Esa es mi imagen de marca personalizada. Yo nunca trabajo sola. Estoy siempre rodeada de personas que se complementan con mi trabajo. Mi fotógrafo, mi guionista, mi equipo de trabajo… no dejo nunca nada al azar. Solo dejo volar mi imaginación cuando tengo delante de mi un pelo y un buen ambiente. La tendencia es la del estilista con sentimiento, sutileza e ilusión. Estamos en la era del buen hacer. De lo auténtico. A veces resulta difícil, pero… ¿qué no es difícil?.
Es ud muy intimista a la hora de crear. ¿Cuestión de timidez?
Yo huyo de las masificaciones. En este aspecto ya hay otros peluqueros que solo se dedican a hacer show´s o creaciones irrepetibles después en un salón. Yo pienso que debo dedicarme a mi clientela y a crear estilos que mis clientes puedan llevar. Esto no quiere decir que no sea vanguardista; todo lo contrario, pero todo lo que yo fotografío es adaptable a mi salón. Yo soy una peluquera comercial aunque no dejo de realizar mi creación de pasarela siempre bajo la premisa de la calidad.
¿Hay pelo malo o pésimo profesional?
No hay pelo malo o bueno. Hay profesionales y no profesionales. Para mi los casos más graves de personas con mucho o poco pelo, que todo es un problema, son un reto. Me hace muy feliz conseguir descargar a los clientes de ese problema y cargarlos de ilusión. Los peluqueros solucionamos muchos problemas, aunque no lo creas.
Su faceta solidaria la ha llevado a tocar muy de cerca problemas de imagen en personas afectadas por cáncer. ¿Cómo afronta estas situaciones?
En estos casos dejo de ser la estilista y me convierto en la amiga. En casos especiales de esta índole abandono absolutamente lo comercial. Ayudar a la persona en lo más profundo se convierte en mi reto. Intento conseguir que ese mal rato se dulcifique, o por lo menos, que en lo que respecta a la imagen no tengan problemas. Yo les doy seguridad. Lo que para ellas era un gravísimo ‘handicap’ queda solucionado en un momento. Pasan de verse horrorosas a adquirir una seguridad increíble y sentirse bellas. Hablando de cosas mas agradables, ocurre lo mismo con las novias. Siempre tengo un careo con ellas e intento hacerlas guapas ese día, porque bastante las disfrazamos. Consigo que se olviden del pelo, el cual es una de sus mayores preocupaciones. En estos casos extremos, uno de tristeza y otro de alegría, soluciono el problema de la misma manera: dándoles seguridad y proporcionándoles belleza y calidad.
Me habla de calidad del cabello, pero ¿cómo se consigue?
Las casas comerciales nos están ayudando mucho a que cabellos muy difíciles se tornen mas dóciles. Yo tengo una teoría que afirma que lo más importante es la calidad del cabello. Si no hay calidad no puede haber ni corte ni peinado. También pienso que el corte es muy importante. Este no debe hacer a los clientes dependientes. Tiene que ofrecer libertad a la persona. Este es mi triunfo. Me gusta personalizar mi trabajo y que este perdure.
El pasado año inició una nueva actividad: el estilismo en campañas publicitarias. Todo un reto
Realmente me considero un todo terreno. Estoy orgullosa de haber aprendido una profesión desde la base y los cimientos son tan fuertes que realmente me ofrecen la posibilidad de afrontarlo todo y retar a cualquier actividad nueva. Suelo conseguir mis objetivos. No hay más secreto. Cuando me enfrento a una campaña publicitaria elimino la palabra “no”. Realizar el estilismo para una campaña publicitaria es muy complicado porque juegas con elementos ajenos a ti y a tu trabajo específico, y no puedes poner problemas. Muy al contrario, hay que minimizarlos. Tengo la intención de seguir con esta actividad porque me permite crear.
Y puestos a experimentar… ¿Sabe que algunos la han calificado como la reina de las pelucas?
Es algo con lo que me divierto. Para mí la peluca no es una peluca sino un cabello, y lo trato como tal. Este es mi secreto. Cuando pongo una peluca o un flequillo postizo pienso siempre que es auténtico y lo manejo con el mismo cuidado y mimo. Lo corto, lo estilizo, lo moldeo, lo adapto… En publicidad me da la oportunidad de realizar distintas imágenes para después poder elegir. De una persona puedo hacer diez estilos distintos, algo que no conseguiría nunca con un cabello auténtico. Me gusta jugar con el pelo… ¡el de las pelucas!, porque para mí, es simplemente pelo. Todo esta en la imaginación.
Se jacta de que tiene un equipo de trabajo excelente. ¿Cómo se consigue?
Se consigue trasmitiéndoles lo que tú llevas dentro. Yo soy la mayor crítica de mi misma. Soy una persona muy exigente con mi trabajo y las personas que están a mi lado se exigen el máximo también. Son los mejores en cada una de sus actividades. Ellos saben que yo siempre voy de avanzadilla. Se coordinan conmigo y me siguen. Hablamos el mismo idioma.
Mientras otros peluqueros afrontan su expansión mediante franquicias o clones ud parece intentar centralizar toda su excelencia en un solo salón. ¿Cual es su estrategia?
Mi trabajo es totalmente artesanal y sería muy difícil controlar y dar calidad en las réplicas; en los clones. Nunca podría conseguir que hablaran mi idioma. Para mi es imposible estar en todas partes, por lo que prefiero que si alguien quiere que Emilia Martí le cambie la imagen acuda a mi salón. Aquí estamos mi equipo y yo. Los auténticos. Jamás saldrán defraudados. Mi ambición es la del saber hacer y la de conseguir la calidad, no la producción de réplicas de salones Emilia Matin. Al menos por el momento.
¿Qué tendencias prepara para la próxima temporada?
Ahora estamos preparando la colección primavera-verano, que esta basada en la sencillez conseguida a base de la aplicación de una buena base técnica, color y corte. Estoy trabajando unos movimientos de rizos rotos, muy naturales y similares a los que produciría un pelo genuino de una persona. Es una colección divertida y desenfadada. En primavera me gusta ser audaz, atreverme con pelos que solo necesitan un buen producto para adquirir la calidad. Intentaré que la persona sea capaz de atreverse con la playa y con el sol sin tener que preocuparse por su pelo.
¿Habrá más premios sorpresa?
Tuve la gran suerte de ganar este galardón, el cual me da posibilidad de participar en otro certamen que tendrá lugar en abril. Competiremos los ganadores de las cinco modalidades evaluadas en París y habrá un solo ganador. Evidentemente yo he puesto toda la carne en el asador. La competición será en Bolonia. Te reto a que estés ahí.
Recojo el guante.
De acuerdo.
Gema Castellano
Pulse las FOTOS para AMPLIARLAS


© Informativos.Net 1999-2004
Nota para Medios: Las Imágenes son originales y son propiedad de Informativos.Net.
Están a baja calidad (640×480) pero disponemos de los originales a alta resolución (300 dpi) para su publicación en medios tradicionales (Excepto las imagenes de la campaña de publicidad).