C-MéTISSE, CREADOR DE SENSACIONES AL VOLANTE
Todo en el C-Métisse invita a su puesta en marcha. Sus proporciones y la fluidez de sus líneas crean una armonía que desprende potencia. La particular cinemática de sus puertas parece generar la necesidad de subir a bordo. Por último, su interior, desarrollado con materiales nobles, sus asientos individuales de extraordinario confort y su sofisticada tecnología, contribuyen tanto al disfrute del conductor como al bienestar de los tres pasajeros.
Un coupé con diseño de pura raza
El C-Métisse provoca un auténtico impacto visual. Es largo (4,75 m), ancho (2 m) y bajo (1,24 m). Todos sus volúmenes, tanto los pasos de rueda traseros como su capó o incluso su maletero, presentan los trazos de una musculatura redondeada.
El C-Métisse también expresa dinamismo. Incluso en parado, todo en él sugiere movimiento. Con un capó delantero muy largo y un voladizo trasero casi inexistente, el C-Métisse rememora el equilibrio de los vehículos de la edad de oro del Gran Turismo.
Las líneas del C-Métisse también revelan la búsqueda de una aerodinámica óptima, garantía de reducción del consumo y las emisiones, al tiempo que integran perfectamente los últimos avances tecnológicos. Enmarcando al doble chevron de la parrilla, los faros están equipados de un conjunto de leds que se encienden gradualmente en función del ángulo del volante y de la velocidad del vehículo, permitiendo obtener un alumbrado óptimo en conducción nocturna por carreteras sinuosas. En cuanto a los neumáticos Michelin, asociados a llantas de tuerca central, participan del carácter deportivo del coupé y, sobre todo, su puesta a punto se ha llevado a cabo durante la concepción del vehículo, para optimizar su resistencia al aire y contribuir así al excelente coeficiente de penetración en el aire del vehículo (Cx de 0,30).
Puertas que facilitan el acceso
El C-Métisse destaca por las soluciones técnicas que presenta, especialmente en lo que se refiere a las puertas. El primer rasgo a destacar es la presencia de puertas traseras en un vehículo que es la perfecta representación de un coupé. También llama la atención la apertura de éstas: las delanteras lo hacen en forma de ala de gaviota, mientras que las traseras siguen una trayectoria helicoidal. Más allá del espectacular efecto visual, esta solución facilita el acceso al interior, combinando eficacia y elegancia. Estas puertas liberan parcialmente el techo, el mayor obstáculo para el acceso a los vehículos extremadamente bajos, permitiendo una accesibilidad ejemplar.
Por último, la apertura en paralelogramo del maletero participa de la estética del conjunto.
Un puesto de conducción adaptado al conductor
La evolución tecnológica en el puesto de conducción se ha explotado para ofrecer al conductor prestaciones que le permitan estar totalmente concentrado en la conducción y que le ofrezcan el máximo confort al volante.
El conductor dispone, así, del siguiente equipamiento:
Un volante con mandos centrales fijos, que pone al alcance de las manos los principales mandos de confort y de ayuda a la conducción (radio, limitador de velocidad, ordenador de a bordo, iluminación, intermitentes y limpiaparabrisas). Esta disposición, como la presencia de las levas del cambio de marchas detrás del volante, evita al conductor cualquier movimiento inútil, proporcionándole un confort de conducción excepcional.
Los botones de contacto y arranque, situados en la consola del techo, refuerzan la sensación de estar en un avión “caza”.
Una postura de conducción determinada en función de la posición óptima del ojo del conductor. Para obtenerla hay que seleccionar el único punto de la regulación en altura del asiento que la consigue, con la presencia del apoyacabezas en suspensión, fijado al techo, y dos mandos eléctricos para ajustar el volante de cuero y los pedales de aluminio. Este innovador sistema de reglaje del puesto de conducción ofrece una posición de conducción óptima, preservando un espacio constante para los pasajeros traseros.
Este equipamiento de alta tecnología es completamente acorde con el diseño del puesto de conducción, que se caracteriza por una original consola central dividida por cinco separaciones, entre las que se han dispuesto la palanca de aluminio para la selección del modo de la caja de cambios y mandos tales como los del navegador, los ajustes del asiento, el volante y los pedales, la apertura del maletero, la regulación de la altura de la carrocería o incluso el modo deportivo de la suspensión.
La consola central se prolonga en el habitáculo con tres franjas luminosas para informar a los pasajeros, a través de un código luminoso, del modo de propulsión híbrido que se utiliza en ese momento (modo completamente eléctrico o ZEV (Zero Emission Vehicle), recarga, máxima aceleración…). A este juego de luces se añaden efectos sonoros, perceptibles desde la apertura de las puertas, que acompañan a ciertas acciones del conductor (acomodo a bordo, arranque del vehículo, navegación con el ordenador de a bordo) e informan del accionamiento de los alerones aerodinámicos.
Un espacio de gama alta para los pasajeros
Revestido de cuero blanco, el espacio reservado a los tres pasajeros ha sido especialmente cuidado, para crear una atmósfera de serenidad total.
Los tres asientos independientes destacan por su diseño, su confort y su ligereza, mientras que el habitáculo, de formas aéreas y volúmenes convexos, está revestido de cuero y de inserciones de aluminio.
Para proporcionar un confort de gama alta a los pasajeros, cada asiento dispone de un reglaje independiente de la climatización, cuyos mandos están labrados en el cuero de los paneles de las puertas, y de iluminación independiente en el techo.
Gracias a su generosa batalla (3 m), perfectamente aprovechada, los pasajeros traseros disfrutan de una habitabilidad desconocida en este tipo de vehículos, sobre todo por un espacio para las rodillas que corresponde al habitual de una limusina.
Tapizado en cuero, el maletero, con apertura en paralelogramo, está en armonía con el habitáculo. Además, los pasajeros del C-Métisse pueden usar dos espacios situados detrás de las ruedas delanteras, que permiten albergar la línea de maletas Citroën realizadas en exclusiva para este prototipo.
NOTABLES PRESTACIONES, RESPETUOSAS CON EL MEDIO AMBIENTE
La genialidad del C-Métisse consiste en combinar:
Un sistema de propulsión híbrido diésel.
Una aerodinámica optimizada.
Un peso reducido.
Esta combinación le permite ofrecer unas notables prestaciones, asociadas a un consumo muy reducido y a un gran respeto por el medio ambiente.
El sistema híbrido diésel al servicio del medio ambiente, del confort de conducción y de la seguridad
El C-Métisse dispone de un sistema de propulsión híbrido diésel que incluye:
Un motor diésel térmico: el V6 HDi FAP, asociado a una caja de cambios automática de 6 velocidades, que impulsa a las ruedas delanteras y cuya potencia es de 208 CV (150 kW).
Dos motores eléctricos implantados en las ruedas traseras, que desarrollan un par motor unitario de 400 Nm y una potencia unitaria de 20 CV (15 kW).
Gracias al sistema híbrido diésel, el C-Métisse es muy respetuoso con el medio ambiente. Especialmente en uso urbano, con el modo ZEV (Zero Emission Vehicle), que permite utilizarlo en un modo totalmente eléctrico “extendido” y todo ello en el más absoluto silencio (durante, aproximadamente, 3 km a 30 km/h) o incluso en las carreteras que exigen sucesivas aceleraciones y deceleraciones, donde este sistema híbrido permite limitar el consumo, haciendo uso eficiente de las dos energías.
En autopista, el motor térmico diésel V6 HDi con FAP (filtro de partículas), por sus cualidades intrínsecas, presenta un excelente rendimiento.
Con esta excelente gestión del consumo de carburante y por tanto de las emisiones, el C-Métisse alcanza unos niveles de consumo en ciclo mixto de 6,5 l/100 km y unas emisiones de C02 de 174 g/km.
Todo ello sin sacrificar una de las demandas de los automovilistas: el confort de conducción. En caso de pisar fuertemente el pedal del acelerador y de la necesidad inmediata de par motor, la función “boost” añade al par del motor térmico el de los motores eléctricos y permite al C-Métisse obtener unas prestaciones dignas de un gran deportivo, sin penalizar el consumo. El 0 a 100 km/h se alcanza en 6,2 segundos y los 1.000 m, saliendo desde parado, se logran en 25,4 segundos.
Más que la búsqueda de una velocidad máxima no aprovechable en las condiciones normales de circulación, se ha primado el confort de conducción, con aceleraciones fuertes y rápidas, al mismo tiempo. A modo de ejemplo, el paso de 80 a 120 km/h se hace en 4,2 segundos. Además, durante el periodo de “boost”, el vehículo tiene 4 ruedas motrices, puesto que los motores eléctricos impulsan las ruedas traseras, mientras que el motor térmico hace girar las ruedas delanteras: así, la motricidad está perfectamente garantizada.
Por último, cuando los sensores del ESP detectan condiciones precarias de adherencia, el C-Métisse es capaz de poner en funcionamiento sus motores eléctricos y tener 4 ruedas motrices. La puesta en funcionamiento de los motores eléctricos permite así al conductor disfrutar de mayor capacidad de tracción y explotar perfectamente y de forma segura el potencial del C-Métisse en todas las condiciones.
Además de por los motores, el sistema de propulsión está compuesto por un conjunto de baterías de alta tensión que alimenta a los motores eléctricos. Este conjunto, situado en el centro del vehículo, se recarga por dichos motores en las fases de deceleración, transformando así la energía cinética del vehículo en energía eléctrica.
El sistema de control de la cadena de propulsión y de frenado, el verdadero cerebro del sistema, administra automáticamente la configuración del flujo energético: paso de 2 a 4 ruedas motrices, recuperación de energía y recarga de la batería.
La aerodinámica optimizada permite aunar prestaciones y respeto por el medio ambiente
La aerodinámica y la fluidez de las líneas, puntos fuertes de la marca, han sido especialmente cuidadas para que contribuyan al dinamismo del C-Métisse, a la eficacia del comportamiento del vehículo y a esa voluntad de prestaciones con respeto al medio ambiente.
Así, las formas del C-Métisse no corresponden a un ejercicio de estilo gratuito, porque aúnan la belleza estética y la eficacia dinámica. El C-Métisse consigue un Cx de 0,30, obtenido, además de por sus líneas fluidas y alargadas, gracias a una serie de equipamientos innovadores, como las tomas de aire delanteras, los bajos carenados o incluso los dos alerones retráctiles y un difusor trasero de alerón fijo. Todos estos dispositivos participan activamente no sólo a la reducción de la resistencia aerodinámica, sino también a la reducción de las fuerzas ascensionales, pegando así el vehículo al suelo y aumentando su estabilidad en carretera.
Un peso reducido para conciliar dinamismo y bajo consumo
Se ha hecho un trabajo importante para conciliar el dinamismo con un bajo consumo.
Gracias a la adopción de una estructura de carbono y de un subchasis para el grupo propulsor y el tren delantero también de carbono, el C-Métisse consigue un peso de 1.400 kg, baterías incluidas, lo que es destacable, si se tienen en cuenta sus dimensiones.
La arquitectura del sistema de propulsión híbrido diésel también participa de este resultado. La implantación de los motores en las ruedas traseras y la posición en el centro del vehículo del conjunto de baterías permiten un perfecto reparto de pesos entre la parte delantera y la trasera del vehículo y favorecen un mejor comportamiento en carretera.
Asombroso por su diseño y por su motor híbrido diésel, así como por las prestaciones que éste proporciona, también cuenta con un sentimiento ecológico, lo que demuestra la voluntad de Citroën de proponer vehículos adaptados a su tiempo, sin perder de vista lo esencial: el placer de conducir.
Características técnicas
Dimensiones
Longitud: 4.740 mm
Anchura: 2.000 mm
Altura: 1.240 mm
Batalla: 3.000 mm
Peso total en orden de marcha: 1.400 kg (baterías incluidas)
Prestaciones y consumos
0 a 400 m: 14,2 segundos
0 a 1.000 m: 25,4 segundos
0 a 100 km/h: 6,2 segundos
30 a 60 km/h: 1,9 segundos
80 a 120 km/h: 4,2 segundos
Velocidad máxima: 250 km/h
Consumo mixto: 6,5 l/100 km
Emisiones de C02: 174 g/km
Sistema de propulsión híbrido diésel
Motor diésel V6 HDi de 150 kW (208 CV) con FAP y caja automática de 6 marchas
Dos motores eléctricos en las ruedas traseras:
– Par motor unitario 400 Nm
– Potencia unitaria 15 kW (20 CV)
Modo ZEV (con 3 km de autonomía a 30 km/h)
Equipamientos aerodinámicos
Bajos carenados
Tomas de aire delanteras
Dos alerones traseros retráctiles
Difusor trasero de alerón fijo
Cx: 0,30
SCx: 0,6 m²
Cz: – 0,1
Suspensión y ruedas
Suspensión hidráulica
Estructura de doble triángulo en las cuatro ruedas
Neumáticos Michelin específicos 255/40/R20
Principales elementos de equipamiento
Volante con mandos centrales fijos
Caja de cambios de 6 velocidades, con modo manual por levas en el volante y modo automático integral con la palanca de selección en la consola central
Faros direccionales
Volante y pedales regulables eléctricamente
Llantas de aluminio con tuerca central