Estilistas e ingenieros trabajaron de antemano para que el conjunto de las prestaciones del vehículo esté relacionado con lo que evoca exteriormente. Si la primera voluntad fue conservar el espíritu estilístico del concept, a pesar del desafío que constituye la integración de todas las limitaciones inherentes a la fabricación y a la comercialización de tal coche, la apuesta fue todavía más lejos.
En efecto, objetivos muy ambiciosos le han sido asignados en términos de sensación de conducción y de calidad de realización para dotarle de una propia identidad extremadamente fuerte.
Este Coupé 2+2, compacto, ha sido concebido para convertirse en un vehículo exclusivo, un concentrado de emociones, dirigido hacia una clientela moderna, particularmente exigente y experta en términos de placer automóvil.
Su denominación, RCZ, simboliza este posicionamiento distintivo y singular con relación a la gama Peugeot ya que es el primer vehículo particular que no utiliza la numeración con un cero o un doble cero central. El RCZ se caracteriza como ilustración de todos los valores de Peugeot, los valores inmutables pero siempre modernos, siempre reinterpretados y siempre adecuados a su tiempo.
Otro reto del proyecto, conseguir el desarrollo de este nuevo vehículo en un plazo particularmente reducido. Esto se ha conseguido ya que, dos años después de la exposición del concept-car, el RCZ será desvelado por primera vez al público, bajo su forma definitiva, en el 63º Salón de Francfort. Un auténtico desafío en el contexto económico actual, que será comercializado en primavera de 2010.