Las medidas anunciadas constituyen una reforma estructural de las obligaciones del Estado, violatoria de la Constitución Nacional, en perjuicio de algunos ciudadanos argentinos, desconociendo el principio de igualdad ante la ley y el esfuerzo equitativo de las cargas públicas.
Cuando se otorgaron los ôsuperpoderesö se negó expresamente al Poder Ejecutivo la posibilidad de bajar sueldos y jubilaciones y de privilegiar el pago de la deuda externa con la recaudación.
Sin embargo los «mercados subversivos» y las corporaciones financieras siguieron buscando los atajos para saltar la ley utilizando los instrumentos que manejan: el ¡ndice del «riesgo pa¡s», la baja de la bolsa y la propaganda del abismo.
El gobierno ha decidido otorgar claros privilegios a los sectores que nos llevaron a esta situaci¢n de endeudamiento con tasas usurarias.
Los ministros han expresado brutalmente su decisi¢n de favorecer a los bancos, en perjuicio de los que menos tienen: los asalariados, los jubilados y las Peque_as y Medianas empresas proveedoras del Estado.
Si el Estado est en quiebra debiera atenderse la regla b sica de la Ley de Quiebras, que coloca en primer lugar a los que menos tienen.
En un contexto de quiebra se impone verificar cr’ditos. Debe justificarse ante la sociedad la composici¢n de la deuda externa: qui’nes son los acreedores, en qu’ montos y a qu’ conceptos corresponde la acreencia. Se impone un an lisis de la legitimidad de la deuda externa porque un acreedor que pretende privilegios debe demostrarlo.
El gobierno desconoce el derecho de propiedad de los jubilados y de los asalariados, mientras se niega a controlar con eficacia a los grandes evasores y el contrabando, a aplicar impuestos a las empresas de servicios poblicos privatizados y las A.F.J.P., a cobrar el c non a los deudores morosos del Estado y sigue subsidiando a los ferrocarriles privados y a los concesionarios de peajes.
El Decreto 896 es irritantemente discriminatorio, y por eso el oltimo viernes fue presentado un Proyecto de rechazo parlamentario.
En sus considerandos habla de la escasez de recursos y de la «gran penuria nacional» para luego hacer caer el peso de ambas circunstancias en los trabajadores y en los jubilados, generalizando la penuria pero parcializando el sacrificio. El FRENTE PARA EL CAMBIO present¢ ocho propuestas concretas para hacer caer el sacrificio s¢lo en aquellos que fueron beneficiarios de las privatizaciones y de la especulaci¢n y, de esa manera, cambiar el destino del pa¡s reactivando el consumo y el empleo.
LUNES 16 DE JULIO DE 2001
Diputados Nacionales: Alicia Castro, Gustavo Cardesa, Alfredo Villalba y Ram¢n Torres Molina.