Pero el continente seguirá albergando oportunidades en el rubro de las edificaciones y está atrayendo inversiones de quienes ven una luz en medio de un oscurecido panorama global. "Creo que América Latina se ha visto afectada por todo lo que está pasando, pero también que hay muchas oportunidades", dice Michael Teich, socio principal de Real Estate Options, una empresa con sede en Nueva York. "Se puede tomar ventaja de la devaluación de las monedas locales. Es un buen momento para entrar al mercado", apunta Teich. Y las oportunidades no parecen ser pocas.
Para empezar, las tasas de ocupación de oficinas siguen siendo bajas en los mercados más interesantes. Según Richard Wong, gerente de estudios para las Américas de la firma CB Richard Ellis, "la tasa de desocupación de oficinas para arrendar en Perú es muy baja, y en Santiago de Chile es de 0,7%, la tasa más baja de la región", dice. "Porque la oferta es tan baja sigue existiendo la percepción de necesidad y aunque algunos proyectos se retrasen por financiamiento, seguirá habiendo demanda, especialmente cuando el mercado repunte". Según el analista de CB Richard Ellis, la tasa de desocupación en São Paulo es de 5,7%, Ciudad de México, 4,7% y Buenos Aires, 2,1%.
David L. Berger, gerente para América Latina y el Caribe de la firma NAI Global, coincide con Wong. "Esperamos que las tasas de desocupación se mantengan estables. Incluso que bajen en algunos casos, por lo que la demanda seguirá excediendo la oferta en los principales mercados regionales", dice Berger. Esto hace que el sector de oficinas sea uno de los más atractivos. José Robledo, gerente general de Patrimonio Estrategias Inmobiliarias, PEI, en Colombia, habla de oportunidades incluso a raíz de la baja de inversiones de las empresas. "Muchas multinacionales seguirán creciendo en el mercado colombiano, pero han decidido reducir su inversión de capital a cero", dice. "Hasta hace poco eran dueños de sus centros corporativos y de todos sus inmuebles, pero ahora están abiertos a que el mercado pueda ofrecerles desarrollos a la medida y entregar en renta para que ellos no tengan que hacer esas inversiones", sostiene.
Esta modalidad tiene la ventaja de evitar episodios bochornosos como el que afectó a Cencosud. Actualmente su empresa, que opera una constructora propia, además de un fondo de inversión en bienes raíces REIT, está desarrollando un complejo de 130.000 m2 que ofrecerá 90.000 m2 de oficinas a un kilómetro del aeropuerto El Dorado de Bogotá. Otro rubro que espera seguir creciendo es el de viviendas para el segmento de ingresos medios y bajos, donde los gobiernos están poniendo énfasis en medio de la crisis actual. "Hay muchas personas que necesitan un hogar y, por otro lado, un sistema gubernamental que las apoya", dice Teich, de Real Estate Options.
"En toda la región hay un déficit de vivienda. De 7 millones de unidades en Brasil, de 2,5 millones en Colombia, de 2 millones en Perú y algo menos de un millón en Chile. ésa es una demanda considerable y una gran oportunidad", agrega.
Su empresa está involucrada en varios proyectos de este tipo en la región. Uno de ellos es Serenita en São Paulo. La caída en la inflación y la actitud agresiva de los Bancos Centrales serían beneficiosas para este segmento, ya que la caída en las tasas de interés fomentará la adquisición de viviendas, dice el presidente de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios de Chile, Vicente Domínguez. No obstante las oportunidades,
Berger señala que "la actitud, en general, es de esperar y ver qué pasa". Según Domínguez, "el caso de Cencosud en Chile es, hasta el momento, bastante excepcional. En general los proyectos así de grandes se hacen por etapas, pero no hay otro fenómeno similar a ése. Quien ha comenzado un edificio es muy difícil que lo detenga, porque las pérdidas son mayores". De todas formas reconoce que se ha frenado la velocidad con que se concretan los proyectos que están actualmente en papel.
Pero sigue habiendo interés por Santiago, dice Marcos Kaplún, director de Kayco International Group, que asesora a extranjeros que invierten en el mercado inmobiliario chileno y regional. "Estuve reunido en Montevideo con un grupo de portugueses que quieren hacer dos hoteles en Santiago", cuenta. Uno de ellos sería un hotel de 4 estrellas para la exclusiva zona financiera de El Golf, donde sólo hay hoteles de 5 estrellas. "El otro será un hotel boutique en la zona de Alonso de Córdova con Nueva Costanera, en el municipio de Vitacura", agrega.
Y aunque las inversiones turísticas son catalogadas como las menos atractivas por los analistas, debido al repliegue en el flujo de turistas desde Estados Unidos y Europa, se siguen levantando hoteles por toda la región. "Estamos inviertiendo en un hotel en el Casco Viejo en Panamá, creemos que es una gran oportunidad, las tasas de ocupación están muy altas", dice Michael Teich, de Real Estate Options.
Robledo de PEI también asegura que contemplan construir hoteles, aunque destinados al mercado del turismo corporativo, en el que aún hay poca oferta en la capital colombiana. Los ladrillos parecen estar resistiendo bastante bien la tormenta económica en América Latina, aunque en pocas partes se observa la resiliencia de precios que se puede observar en Punta del Este.