El Newrooz de los kurdos de Turquía ha tenido en los últimos quince años saldos extremadamente sangrientos por la represión ejercida desde el Ejército y el Gobierno turcos (hasta 1995 en Turquía estaba totalmente prohibida y perseguida la celebración de esta fiesta).
Incluso regímenes tan represores como el iraquí y el iraní han consentido en los últimos años la celebración de esta festividad a los kurdos de sus respectivos territorios, con resultados próximos a la normalidad. No así en Turquía donde el Ejército permanece en Estado de alerta desde el secuestro de Oçalán.
Los kurdos representan el pueblo sin Estado más numeroso de la Tierra (más de 20 millones habitantes en territorios del Kurdistán histórico) y cerca de 10 millones en el exilio (de los respectivos Estados que se lo reparten -Turquía, Irán, Irak, Siria, Armenia y Azerbaiyán-, o en otros países -grandes colonias kurdas en Alemania, Suecia, Rusia y Líbano-.
La colonia kurda de España es de poco más de cien personas.