Ese protocolo obliga a los países industrializados a reducir sus emisiones de los gases que provocan el efecto invernadero a partir del año 2.008. Estados Unidos, provoca una cuarta parte de la contaminación atmosférica de todo el planeta. En 1998 el presidente Clinton anunció que su país asumía el compromiso.
Ahora, el presidente Bush afirma que ese control gradual de las emisiones podría perjudicar a sus industrias. Su decisión no parece circunstancial, ya que en las últimas horas se conoció el presupuesto de su gestión y en él se contempla el abandono de varios programas de protección medioambiental.
El Ministerio español de Medio Ambiente, informó que la Unión Europea ratificó el lunes que no tiene intención de renegociar el Protocolo con el nuevo gobierno estadounidense.
Pero los técnicos españoles admiten que la recuperación medioambiental será imposible si no se consigue que Estados Unidos asuma su compromiso. Ese país deberá reducir sus emisiones que producen sus industrias y sus sistemas de aire acondicionado, en las cuotas ratificadas en el Protocolo de Kyoto. (Euro-Eu/QR/Au-Nt/Ec/ap)
Carlos Iaquinandi Castro