Acogemos con satisfacción el acuerdo alcanzado en el COP6 en Bonn como un primer paso importante en la larga lucha hacia una respuesta global eficaz al cambio climático. Después de la reciente finalización del acuerdo en la reunión de COP7 en Maraquesh, pedimos la rápida ratificación del Protocolo de Kioto para asegurar su entrada en vigor durante el 2002.
Lamentamos el hecho de que no exista ningún foro específico en la región mediterránea sobre el cambio climático y que el proceso Euro-Med de Barcelona no haya abordado esta cuestión dentro de su pilar ambiental.
Esperamos que los asuntos de cambio climático sean planteados específicamente durante la presidencia española dentro del contexto de un relanzamiento del Proceso de Barcelona. Tomamos nota del lento ritmo de la introducción de políticas climáticas en la región y denunciamos el hecho
que muchos países mediterráneos demuestran una preocupante carencia de voluntad política para aplicar medidas concretas para la reducción de la emisión de gases del efecto invernadero.
2. Ya se ven los efectos del cambio clim tico en la regi¢n mediterr nea
Nosotros/as, Verdes del Mediterr neo, queremos expresar nuestra preocupaci¢n sobre el r pido incremento de las emisiones de CO2 en los pa¡ses mediterr neos. Incluso los muy modestos objetivos marcados para nuestros pa¡ses dentro del reparto de la UE ya han sido superados.
Deber¡a estar claro que si no se emprenden una actuaciones radicales, varios pa¡ses mediterr neos, entre ellos Espa_a, no podr n cumplir con sus compromisos establecidos por el Protocolo de Kioto.
Ya se notan las consecuencias de cambio clim tico en el Mediterr neo, con el aumento de temperaturas, subidas del nivel del mar y m s acontecimientos clim ticos dram ticos, como sequ¡as, lluvias torrenciales e inundaciones.
Esta situaci¢n es especialmente grave dada la extrema vulnerabilidad de los ecosistemas mediterr neos debida a la baja tasa de renovaci¢n del suelo y del agua en gran parte de la regi¢n.
Esta fragilidad es aun m s pronunciada en muchas islas del mediterr neo.
Esto resulta en los siguientes problemas:
Los procesos de desertificaci¢n y erosi¢n.
La escasez de recursos h¡dricos debida a la deforestaci¢n, la sobre-explotaci¢n de acu¡feros y un declive en la calidad del agua.
Una general p’rdida de biodiversidad en las zonas homedas costeras, bosques y zonas
Nosotros/as consideramos que estos cambios ambientales tienen importantes consecuencias negativas sobre el bienestar social, sanitario y econ¢mico de los pueblos del mediterr neo. Esta situaci¢n se empeora por la alta concentraci¢n de urbanizaci¢n y una explotaci¢n intensa de recursos naturales por todo el densamente poblado litoral del mediterr neo.
3. Se exige una reacci¢n audaz para enfrentarse al cambio clim tico en los pa¡ses del mediterr neo.
Los Verdes de Mediterr neo estamos convencido/as que el «ser o no ser» la pol¡tica de sostenibilidad se encuentra en la forma en que enfrentamos al cambio clim tico. Consideramos al cambio clim tico como un problema transversal que tiene repercusiones en todas las actividades humanas. Entonces, el cambio clim tico deber¡a ser integrado en todo tipo de pol¡ticas. Esto no s¢lo implica el formidable desaf¡o de tratar sus causas sino, tambi’n, de aprender a gestionar los riesgos provocados por los impactos del cambio clim tico que ya se hacen visibles.
Nosotros/as, Verdes del mediterr neo, hacemos una llamada urgente a favor de acci¢n clim tica en muchas frentes.
Energ¡a
Un incremento radical en la utilizaci¢n de las energ¡as renovables existentes, ya que es m s f cil porque la regi¢n mediterr nea es especialmente rica en las fuentes de energ¡a solar y e¢lica.
La introducci¢n de medidas ambiciosas de eficiencia y ahorro de energ¡a en todos los mbitos (industria, casas, comercio, servicios poblicos…).
La progresiva eliminaci¢n del uso de energ¡a nuclear. La energ¡a nuclear no s¢lo no es la respuesta al problema de cambio clim tico sino, adem s, crean nuevos peligros irresolubles.
Transporte
La mejora y la intensificaci¢n del transporte poblico dentro y entre ciudades, asegurando que se mantenga una red de transporte descentralizada y densa que beneficia a ciudades peque_as y comunidades rurales.
Los fondos estructurales de la U.E. deber¡an ser dirigidos hac¡a proyectos que benefician a la mayor¡a de la poblaci¢n y el medio ambiente y no solamente hac¡a m s autov¡as y a unas pocas grandes inversiones caras y elitistas.
Hay que revertir la tendencia que est aumentando la desventaja comparativa de relativamente altos precios de transporte poblico comparada con unos precios bajos de la gasolina.
La introducci¢n de incentivos fiscales para coches de alta eficiencia que utilizan nuevas tecnolog¡as m s limpias que ya existen.
La promoci¢n del uso de combustibles limpios en el transporte poblico.
Planificaci¢n urban¡stica
La promoci¢n y protecci¢n de ciudades compactas, reconociendo la contribuci¢n positiva de las ciudades tradicionales del mediterr neo que son ejemplos de culturas urbanas que valoran la proximidad, la mezcla de actividades y la riqueza de legados culturales locales.
La introducci¢n de propuestas concretas, como la instalaci¢n obligatoria de paneles solares en nuevas viviendas y en obras de rehabilitaci¢n, reglamentos para fomentar los dise_os bio-clim ticos en edificios y paisajes, ordenanzas que promocionan la reutilizaci¢n de agua pluvial por medio de cisternas o normas t’cnicas locales para asegurar la eficiencia energ’tica en alumbrado, calefacci¢n y aire acondicionado.
La promoci¢n de la movilidad ciclista y peatonal por medio de la amplia promoci¢n de carriles ciclistas y zonas peatonales en zonas urbanas con tr fico denso.
La introducci¢n de criterios socialmente progresivo en el precio del agua para reducir el consumo.
Turismo
El desarrollo de formas alternativas de turismo ambientalmente «ligero» que deber¡a ser respaldado por fondos de la U.E.
Comenzar a internalizar los costes ambientales del turismo de masas que es muy intensivo en su consumo de recursos escasos en la regi¢n mediterr nea.
Establecer estrictas condiciones ambientales para limitar la apertura de nuevos campos de golf.
Ningon nuevo campo de golf deber¡a ser permitido en las islas peque_as.
El volumen de crecimiento del turismo deber¡a ser restringido en zonas con escasez de recursos h¡dricos o energ’ticos.
Agricultura
Las redes de regad¡o deber¡an ser modernizadas con nuevas tecnolog¡as para reducir las p’rdidas de agua.
Cosechas de bajo consumo de agua deber¡an ser fomentadas para adaptar las variedades productivas al clima y suelo.
Mega-proyectos de trasvases de r¡os y grandes embalses, como el Plan Hidrol¢gico Nacional espa_ol, deber¡an ser rechazados porque no tienen en cuenta los efectos del cambio clim tico sobre ecosistemas h¡dricos y se basan en una estrategia de aumentar la oferta en lugar de moderar la
demanda.
Los subsidios de la Uni¢n Europea deber¡an dar preferencia a cultivos que son menos intensivos en su consumo de agua y combustibles f¢siles. La agricultura tradicional del mediterr neo deber¡a recibir m s apoyo en el contexto de una reforma radical de la Pol¡tica Agraria Comon de la U.E..
Los costes reales del agua deber¡an ser incorporados al precio de agua y al mismo tiempo criterios sociales deber¡an ser adoptados para la protecci¢n del peque_o/a agricultor/a.
La agricultura ecol¢gica necesita un apoyo fuerte porque es m s eficiente en su consumo de energ¡a y agua.
Los biocombustibles deber¡an ser fomentados sin crear grandes monocultivos ni erosionar la biodiversidad.
CONCLUSI.N: UNA LLAMADA A COMPROMISOS NACIONALES E
INTERNACIONALES
Como Verdes de todo el mediterr neo pedimos la ratificaci¢n del Protocolo de Kioto antes de la conferencia R¡o +10 en septiembre de 2002.
Nosotros/as, Verdes del Mediterr neo, hacemos una llamada a favor la inclusi¢n de una fuerte dimensi¢n clim tica en el proceso Euro-Med.
Apoyamos el desarrollo de planes ambiciosos y cre¡bles de acci¢n clim tica a nivel local y estatal con la activa participaci¢n de la poblaci¢n.
Nosotras/os, Verdes del Mediterr neo, estamos convencidas/os que nuestra antigua civilizaci¢n mediterr nea puede ser la base de una nueva urbanidad ecol¢gica que ser necesaria en nuestra lucha exitosa frente al cambio clim tico.