Cien siglos atrás el mapa americano era muy distinto. La mayor parte de lo que hoy es el Canadá y el sur Andino estaban cubiertos de glaciares, lo que hacía que el nivel del mar fuera cien metros menor y que la costa sea más extendida. Varias islas caribeñas y las Malvinas estaban unidas a Sudamérica y había un puente de hielo o tierra que conectaba América con Asia, Europa y la Antártica. Los primeros americanos pudieron haber llegado por esos tres puentes inter-continentales.
En Sudáfrica se ha encontrado vestigios de una comunidad humana pesquera de unos 100,000 años. Calculando que los recolectores de mariscos y pescadores caminasen una milla por año los primeros humanos hubieran dado la vuelta al Océano Indico hasta llegar a Australia en menos de 20,000 años.
Los primeros pobladores de Australia llegaron por lo menos hace 60,000 años y para entonces debieron haber tenido ciertos conocimientos de navegación. En Monte Verde (Chile) se han hallado restos humanos de 14,500 años de antiguedad (un milenio anteriores al hombre de Clovis de Norteam’erica que se pensaba era el primer americano). Las pruebas del DNA sugieren que los primeros americanos datan de hace 30,000 años y los lingüistas sugieren que la diversidad idiomática continental implica que hay unos 20,000 años de presencia humana en las Américas.
En Brazil se ha encontrado un cráneo de 13,500 años de antiguedad cuyos rasgos faciales son más similares a los antiguos habitantes del Africa y el Pacífico sur. Pinturas rupuestes en Patagonia se asemejan a otras de Australia. En Pedra Furada se han encontrado restos (aunque no huesos) que pueden haber sido causados por humanos hace 50,000 años. Los monolitos olmecas (la primera gran civilización mexicana) tienen rasgos faciales negroides, aunque esto puede deverse a una estilización artística.
Otros expertos destacan que los cráneos de los casi extinguidos pobladores originarios de Tierra del Fuego tienen similitudes con la de los aborígenes australianos. En Kennewick (estado de Washington en los EEUU) se encontraron los restos de un hombre de 9,500 años de antiguedad cuyos rasgos no son indios sino probablemente caucasoides (europeos) o ainos (una etnia japonesa belluda).
Diversas herramientas de piedra encontradas en Norteamérica se asemejan a otras europeas. Una de las primeras culturas del Atlántico norteamericano pueden haber tenido conexiones con la Europa ártica. Desafortunadamente estas discusiones científicas se han visto afectadas por manifestaciones racistas. La presencia de antiguos caucasoides en las Américas es usada por supremacistas blancos y comunidades indias obligaron a sepultar los restos del hombre de Kennewick impidiendo una mayor investigación.
Lo paradójico es que hace 10,000 años no existían las actuales razas y que los diferentes rasgos faciales pueden haber quedado influidos por dietas y factores externos.
Isaac Bigio
Investigador y profesor de la London School of Economics & Political Sciences.