La llamada encefalopatía espongiforme se detectó por primera vez en 1732, cuando se describieron los síntomas en ovejas, dándosele el nombre de scrapie o tembladera, pero hasta 1938 no se demostró que era una enfermedad transmisible. En las vacas se llama encefalopatía espongiforme bovina (EEB), que se transmite a los seres humanos, provocando la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, identificada en 1920, aunque no se asoció al scrapie hasta finales de 1950.
La encefalopatía espongiforme transmisible del ganado vacuno se descubrió en el Reino Unido en 1986 y desde entonces se han contabilizado más de 180.000 casos en el Reino Unido, Francia, Irlanda, Suiza, Portugal, Alemania y España, entre otros países. El origen de la enfermedad en las vacas tiene su origen en el scrapie, y se debió a la utilización de restos de animales contaminados (vacas y ovejas) para fabricar piensos para vacas. Esta práctica se prohibió en julio de 1988 en el Reino Unido, pero la materia prima siguió exportándose de manera totalmente irresponsable. El periodo de incubaci¢n en las vacas es de 3 a 5 a_os, y sus efectos en la poblaci¢n pueden ser graves.
El gobierno espa_ol, a trav’s de la entonces ministra Loyola de Palacio, impidi¢ adoptar medidas serias para contener la enfermedad. Hasta finales del a_o 2000 la UE no aprob¢ la eliminaci¢n de los materiales considerados de riesgo, y hubo que esperar a marzo de 2001 para que se prohibiese usar animales no aptos para el consumo humano para la fabricaci¢n de piensos.
Los primeros casos de encefalopat¡as espongiformes en seres humanos se describieron en los a_os cincuenta en una tribu de Nueva Guinea que ten¡a la costumbre de comer el cerebro de sus muertos. La enfermedad de Creutzfeldt-Jakob aparece de forma espor dica y tiene una baja incidencia, afectando mayoritariamente a personas de entre 55 y 75 a_os. Las encefalopat¡as espongiformes transmisibles son mortales y, hasta el momento, no se conoce tratamiento para su curaci¢n. La variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob se ha relacionado directamente con la bovina y la crisis de las vacas locas. A diferencia de la forma tradicional, afecta principalmente a personas menores de 30 a_os. La enfermedad de Creutzfeld-Jakob, cuando se manifiesta, produce la muerte en un a_o, pero antes puede permanecer incub ndose durante m s de diez a_os. Hoy hay descritos 89 casos confirmados en Europa, pero es probable que haya cerca de 140.000 personas ya contaminadas.
Las enfermedades infecciosas transmisibles suelen estar causadas por virus y bacterias.En las encefalopat¡as espongiformes, el agente infeccioso es una prote¡na anormal, que se llama pri¢n. La hip¢tesis sobre los priones fue formulada por Stanley Prusiner. El pri¢n no tiene material gen’tico. A principios de los a_os ochenta, el m’todo que usaban los productores brit nicos para reutilizar en los piensos los despojos de las ovejas fue alterado: la temperatura se redujo y se eliminaron algunos solventes. Como resultado, los priones que infectaban a las ovejas dejaron de ser inactivados en los piensos y contaminaron masivamente al ganado vacuno.
En 1983 se cre¢ la primera planta transg’nica, y en menos de 20 a_os los cultivos transg’nicos, impulsados por unas pocas multinacionales, pasaron de la nada a m s de 43 millones de hect reas en el a_o 2000, sin que aon se conozcan sus consecuencias sobre la salud y el medio ambiente. El 87% del rea plantada con transg’nicos corresponde s¢lo a una empresa, Monsanto, hoy en manos de Pharmacia. Monsanto ten¡a el 80% del mercado en 1999, seguida por Aventis con el 7%, Syngenta con el 5%, BASF con el 5% y DuPont con el 3%. Hoy representan una parte importante de las cosechas de Estados Unidos, Argentina, Canad y China (‘stos 4 pa¡ses representan el 99% de la superficie plantada con transg’nicos), aunque en el resto del mundo afortunadamente no pasan de ocupar un lugar marginal. En Espa_a en 1998 se autorizaron las primeras variedades de cultivos transg’nicos, y en la actualidad es el pa¡s de la Uni¢n Europea con m s cultivos modificados gen’ticamente.
Hoy se cultiva una variedad de ma¡z de Novartis (Compa) que llevan incorporado un gen de la bacteria Bacillus thuringiensis, que en teor¡a la hace resistente al taladro. En el a_o 2000, segon Novartis, se sembraron unas 25.000 hect reas de ma¡z transg’nico, sobre todo en Arag¢n (10.000 hect reas) y Castilla-La Mancha (4.000 hect reas), cantidad similar a la de 1999. Pero tal cultivo tendr que se ser abandonado en el a_o 2005, pues en abril del a_o 2000 el Parlamento Europeo decidi¢ que a partir de ese a_o no se cultiven semillas transg’nicas cuando sean resistentes a los antibi¢ticos, como es el caso del ma¡z Compa.
Igualmente hay cultivos transg’nicos experimentales: entre 1993 y 1999 se autorizaron 250 ensayos en 57,4 hect reas. Espa_a es el cuarto pa¡s europeo en cultivos piloto de transg’nicos, fundamentalmente con ma¡z, remolacha, algod¢n y patata. La importaci¢n es la v¡a principal de entrada de los transg’nicos en Espa_a. Segon el Ministerio de Agricultura, se importaron dos millones de toneladas de ma¡z transg’nico, destinado a piensos animales (el 70%) y a alimentaci¢n humana (el 30% restante) y un mill¢n de toneladas de soja para piensos y alimentaci¢n humana (v¡a el aceite). Los fabricantes de piensos no est n obligados a etiquetar el contenido transg’nico de su producto, a diferencia de los destinados a la alimentaci¢n humana directa.
Las multinacionales de la alimentaci¢n a lo largo del a_o 2001 han ido retirando los alimentos transg’nicos, a causa del rechazo de los consumidores. La crisis de las vacas locas es el Chern¢bil de la agricultura y la ganader¡a industrial, y deber¡a suponer una reforma ecol¢gica del sector, que pasa sin duda por el abandono de los cultivos transg’nicos. En Alemania la copresidenta del Partido Verde, Renate K_nast, ha sido nombrada ministra de Agricultura, y ha declarado que la agricultura ecol¢gica pasar en Alemania de representar el 2,6% en el a_o 2000 al 20% en el a_o 2010.
La transici¢n a una agricultura y ganader¡a ecol¢gica es una necesidad imperiosa, y as¡ empiezan a entenderlo los consumidores. La agricultura biol¢gica en Europa pas¢ de un mill¢n de hect reas en 1990 a m s de 3 millones en 1999. Los transg’nicos tendr n consecuencias mucho m s graves y prolongadas que la epidemia de las vacas locas, y suponen el oltimo eslab¢n de un modelo insostenible que empobrece a los agricultores y perjudica a los consumidores, beneficiando s¢lo a unas pocas empresas multinacionales, con un enorme poder de manipulaci¢n e influencia sobre algunos gobiernos, como el de Estados Unidos.
Jos’ Santamarta
Director de World Watch