comprometidos con su trabajo y cuyas etiquetas van firmadas por los mejores artistas nacionales e internacionales. De esta forma, uniendo vino y cultura, se valora la importancia del vino en nuestra forma de vida.
En este caso, y para el vino que llevará su nombre, Miquel Barceló ha ilustrado la etiqueta con una bellísima acuarela con motivos florales. Barceló ha realizado, asimismo, el Cuaderno de Artista correspondiente al volumen F de Matador.
Por primera vez, y en exclusiva para este proyecto, Peter Sisseck ha querido utilizar los argumentos más básicos y puros de la Ribera del Duero y trabajar sólo con vinos de un solo viñedo, de la localidad de La Horra (Burgos). El origen de este vino singular son unas viejísimas cepas de tinto fino y una pequeña viña podada en vaso, con uva procedente de la parcela El Castillo, de Dominio de Pingus. Y algo más: de este vino, que nunca más se volverá a elaborar, sólo se han realizado 2.400 botellas. La mayoría de ellas se reserva a los socios de Matador y un resto de producción se distribuye a coleccionistas del mundo del arte y del vino, especialmente en Asia y Estados Unidos. Peter Sisseck elabora el conocido Dominio Pingus, uno de los vinos españoles más cotizados y favorito, además, de Robert Parker, el crítico más prestigioso del mundo.
La Bodega Matador, nacida hace ya 6 años, ha ido tomando fuerza, haciéndose cada vez más sofisticada, hasta convertirse en un proyecto excepcional. La idea original de crear cada año un vino singular ligado a un artista y ponerlo al alcance solamente de los socios de Matador se ha desbordado. De la mano de Telmo Rodríguez, los vinos de la Bodega Matador se han convertido ya en algo único, todo un acontecimiento codiciado por los amantes del vino.
En 1996 el Chillida, primer vino de la Bodega Matador, fue realizado por Carlos Falcó en sus bodegas de Malpica. En 1997, Abadía Retuerta realizó el vino que llevó el nombre de Manolo Valdés; Remelluri creó el vino Arroyo, en 1998. El vino Bourgeois, correspondiente a 1999, fue obra de Álvaro Palacios, mientras que la prestigiosa bodega Hidalgo, de Jerez de la Frontera, creó en 2000 el vino Scully para el volumen E de Matador, basado en un fino Palo Cortado.
Fotografías de Luis de las Alas