En 2005 se cumplen 10 años desde la presentación del primer ‘Programa Electrónico de Estabilidad’ (ESP) en el Ártico. Fue en un Mercedes S600 Coupé, y se demostró cómo éste permite al conductor controlar el vehículo manteniendo la trayectoria deseada incluso en un pavimento deslizante. A pesar de los numerosos estudios que demuestran su eficacia en la reducción de accidentes, la implantación del ESP en España continúa siendo opcional en coches pequeños. Esto no ocurre con otro dispositivo de seguridad, el ABS o sistema antibloqueo de ruedas en frenadas de emergencia, que sí se incluye como elemento de serie. Además, el ESP es desconocido por la mayoría de los españoles (En una encuesta del fabricante alemán Bosch de 2003, sólo el 14% de los encuestados lo describió correctamente).
Los ejercicios de esquiva con AYUDAS ELECTRÓNICAS A LA CONDUCCIÓN (ABS Y ESP) y sin ellas, realizadas por expertos de ‘Autopista’ con la colaboración de Ford en el circuito de Albacete entre conductores medios, ofrecen unos resultados concluyentes acerca del ESP:
• Dos de cada siete errores en las maniobras de emergencia NO se dieron con el ESP.
• Todos los conductores consiguieron mantener el control del coche al frenar en curva mientras esquivaban un obstáculo imprevisto con el ESP.
• Todos los conductores mostraron una mayor seguridad y tranquilidad al volante cuando sabían que contaban con el apoyo del ESP. Esto quedó reflejado en que realizaron las pruebas a mayor velocidad y con mejores resultados de éxito.
• No obstante, aquellos que se mostraron excesivamente confiados por llevar el ESP, no pudieron controlar el vehículo y fallaron la prueba, aún contando con ayudas.
Se realizaron 48 ensayos sobre pavimento deslizante, simulando tres tipos de frenadas de emergencia que pueden darse en la carretera: en línea recta, en curva y en curva mientras se esquiva un objeto. Con el ESP activo se produjeron tan sólo cinco fallos. Sin el ESP, la suma de errores ascendió a siete. Esto, traducido a la vida real supone que el ‘Control de Estabilidad’ consigue evitar el 28% de los accidentes. Aunque, como cualquier otro dispositivo de seguridad del vehículo, NO sustituye la destreza al volante del conductor (la mayoría de los errores contabilizados CON ESP se dieron por una mala adecuación de la velocidad en manos poco experimentadas).
LAS CONCLUSIONES QUE SE PUEDEN EXTRAPOLAR A LA VIDA REAL
1- El Control de Estabilidad es un dispositivo de seguridad de demostrada eficacia en la reducción de accidentes por pérdida de control del vehículo. En torno al 30% de los accidentes por esta causa se evitarían si TODOS los coches lo incorporaran. Un tipo de accidentes muy común (el 46% de las muertes en Alemania son por esta causa y el 35% en Francia y Gran Bretaña según EACS) y que no consiguen evitar los sistemas ABS por sí solos.
2- El Control de Estabilidad es un elemento de seguridad imprescindible que debería venir de serie en todos los coches. Hasta ahora, se nos vende como una sigla más del equipamiento (VSC,VSA o ESP según cada marca lo denomine), y va incluido en paquetes opcionales (cuyo valor ronda los 600 euros).
La tasa actual de equipación del ESP en el parque automovilista español, según datos facilitados por Bosch, representa aproximadamente un 6-6,5 % en total (32 % corresponde a vehículos de nueva matriculación).
Lo llevan sobre todo los coches grandes. El 95% de las grandes berlinas de lujo, el 25% en los compactos, y en coches pequeños y ligeros la cifra desciende hasta el 4%. Precisamente un tipo de coches que, por ser su precio más económico, son más comunes entre los jóvenes. Un grupo con menos experiencia al volante.
3- En una situación de emergencia en carretera, un conductor con ayuda del ESP puede mantener el control del coche orientándolo hacia donde quiera en curvas o cuando se realiza una maniobra brusca para evitar un imprevisto de tráfico. Un conductor que no disponga de esta ayuda, no puede controlarlo de ninguna manera, a no ser que sea muy experto.
4- El ESP por sí sólo no evita accidentes. Es una ayuda, un apoyo extra -y necesario-, con que cuenta el conductor, como lo es el ABS. Dependerá del nivel de educación al volante de éste y de su buen juicio, el hacer mejor o peor la maniobra.
5- La tendencia actual es a aumentar la incorporación del ESP como elemento indispensable para reforzar la seguridad del coche, siguiendo las directrices marcadas por la UE en cuanto a la reducción de la siniestralidad a la mitad para 2010.
Si se llegara a un acuerdo para la equipación obligatoria del ESP en los próximos años, se calcula que para el 2010 se podría alcanzar una cuota cercana al 30 por ciento, lo que supondría una reducción de 1.170 fallecidos en nuestras carreteras y un ahorro de 2.500 millones de euros.
ACTUAR EN CASOS DE EMERGENCIA EN CARRETERA
Chema Quesada, redactor técnico de Autopista y profesor de conducción en el RACE, ofrece los siguientes consejos a los conductores en caso de frenadas de emergencia:
SIN AYUDAS ELECTRÓNICAS A LA CONDUCCIÓN (ABS y ESP)
• Presionar sobre el pedal del freno al máximo. Al principio hay que buscar la máxima capacidad de frenada.
• Si se bloquean las ruedas, aflojar ligeramente la presión hasta que estas vuelvan a girar.
• Si no disponemos de distancia suficiente para detenernos y podemos esquivar el obstáculo se levanta el pie del freno a la vez que se gira el volante y se efectúa una “S” completa antes de volver a actuar sobre el freno.
• En curva, procurar frenar con mucha menos intensidad
• En caso de bloqueo, el coche tenderá a seguir recto. Soltar el pedal de freno para recuperar la trayectoria y, una vez recuperada, volver a frenar
CON AYUDAS ELECTRÓNICAS A LA CONDUCCIÓN (ABS y ESP)
• Frenar a fondo sin titubeos, ya que el sistema se encarga de evitar el bloqueo de ruedas. Se puede seguir frenando y girar el volante para cambiar la trayectoria, pero entonces se pierde capacidad de frenado.
• Una vez esquivado el obstáculo hay que poner el volante recto lo antes posible para que la distancia de detención sea lo más corta. Esta maniobra se controlará mucho mejor, en los vehículos que dispongan de ESP.
Glosario
ABS (Antibloqueo de frenos)
El ABS evita el bloqueo de ruedas en una frenada de emergencia. Unos sensores situados en cada rueda se encargan de medir la velocidad de giro de estas, de manera que, cuando alguna se para por efecto de un exceso de frenada, la centralita envía una señal que hace que la presión del circuito disminuya liberando esa rueda y volviendo a permitir el giro. Así, se consigue una frenada más estable y al mantener las ruedas en movimiento se dispone de capacidad para cambiar la trayectoria, incluso manteniendo el pedal de freno a fondo, por muy deslizante que sea el firme.
ESP (Control de estabilidad)
Su funcionamiento tiene como objetivo mantener la trayectoria elegida por el conductor, para lo cual toma como punto de referencia el giro del volante. Consta de un sensor que mide el ángulo de giro del vehículo sobre su propio eje y una centralita que compara dicho ángulo con el del volante. Cuando el giro de volante no coincide con el del coche, el sistema actúa sobre los frenos de una o dos ruedas dando un efecto giroscópico similar al de un vehículo oruga cuyo giro se obtiene parando una cadena. Si se produce un subviraje (deslizamiento del tren delantero), se frena la rueda trasera interior, con lo que aumenta el ángulo de giro. Si lo que se produce es un sobreviraje (deslizamiento del tren trasero), los frenos actúan reduciendo drásticamente la velocidad y con preponderancia sobre la rueda delantera exterior.