Los últimos ‘putsch’ andinos no siguen a Pinochet y tampoco pueden restablecer juntas populistas ‘anti-oligárquicas’ (Perú: 1968 y Bolivia: 1936-39, 1943-46 y 1969-71).
Los cuartelazos de Lucio y Chávez fracasaron. Con las armas no tomaron el poder pero conquistaron electores para luego poder llegar a palacio mediante las urnas.
Pese a que las marchas dominan La Paz, Morales no quiere ir hacia un levantamiento (popular o castrense), pues él se juega a mantener la ‘institucionalidad’ para llegar electoralmente a palacio. En cambio, Solares (jefe de la COB) anima una junta con militares y sindicalistas.
Mesa apunta a sobrevivir erigiéndose como el único ‘arbitro’ que podría mediar en el conflicto entre el Oriente ‘autonomista’ y el Occidente ‘anti-imperialista’.
Isaac Bigio
Analista Internacional