El presidente ejecutivo de VTR -controlada por la estadounidense Liberty Global-, Mauricio Ramos, explicó que para los usuarios esto se traduce en que los que tienen conexiones de 1 Mega, 2 Mega y 4 Mega, serán migrados a velocidades de 2, 4 y 8 Mega, respectivamente, en un proceso que tomará cerca de 4 semanas y estará concluido en su totalidad antes de fin de año.
Según Ramos, la empresa quiere con esto aprovechar de la mejor forma las ventajas que, asegura, posee la red HFC de cable y fibra óptica que tiene desplegada en Chile la compañía. Son cerca de US$ 480 millones los que ha invertido VTR en los últimos 3 años, de los cuales cerca de US$ 136 millones han sido destinados a potenciar su red de Banda Ancha.
"En el fondo, con esta estrategia de diferenciación estamos ofreciendo el mismo producto por la mitad de precio. Esto es importante en tiempos de crisis financiera internacional, en que las familias comienzan a buscar cómo ahorrar más", comenta el ejecutivo.
¿Pero se ha notado hasta ahora la crisis en una merma en clientes o aumentos de morosidad? Ramos no entra en detalles, pero sí reconoce que "se ve un efecto puntual importante, pero estamos seguros de que por nuestro buen servicio y oferta conveniente, nuestra base de clientes seguirá incrementándose".
La guerra declarada entre VTR y Telefónica por el mercado de la banda ancha tiene un primer episodio. En febrero de este año, ambas compañías anunciaron el mismo día la decisión de triplicar la velocidad a sus clientes de forma gratuita. "Lideramos ese aumento histórico, lo que fue copiado por nuestros competidores", dice el máximo ejecutivo de VTR. No es todo. Hace unas cuantas semanas, Telefónica lanzó al mercado una oferta de banda ancha de prepago, la cual fue criticada en su momento por VTR. VTR respondió con un plan de banda ancha sin estar amarrada con otros servicios como TV de pago o teléfono fijo. Así, es esperable que Telefónica busque replicar al aumento de velocidad que implementó VTR.
"Que nos alcancen si pueden", dice Ramos, desafiante.
