Afronta el poder sintiéndose “un constructor de la nación catalana” -”un trabajo, este de construir un pais, no apto para impacientes”, asegura- y con un convencimiento sobre la preponderancia del poder del pueblo -insiste- profundo; ya que pertenece a una generación que ha vivido siempre en democracia. Artur Mas ha apostado, al menos en su discurso, por el continuismo; por convertirse en un eslabón más -el 129 exactamente- de una labor histórica que él califica como la construcción de un país.
En un discurso más emocional que informativo, el recién investido President de la Generalitat de Cataluña ha nombrado demasiadas veces la palabra “dificultad” seguida de “continuidad” y “normalidad”, como queriendo definir de esta manera su estilo de gobierno. Algunos lo tildan de no ser más que el resucitador del “pujolismo”, pero el nuevo gestor dotado de ideologías liberales y nacionalistas -a un día de su investidura- ya está dando claras muestras de un carácter fuerte dotado de ideas muy fijas y premeditadas forjadas por años de espera y observación durante los que ha conocido Cataluña y a sus gentes muy a fondo.
Y es así, a través del tema social y el populismo -en el sentido estricto del término-, como Mas quiere seguir ligado a sus gentes tras conquistar los muros de un Palau de la Generalitat que -sin duda y con el tiempo- se empeñará en aislarlo. Su decisión de adherir la cartera de “deportes” directamente a presidencia ha sorprendido más que la de ofrecer el sillón de “cultura” al socialista Ferrán Mascarell, quién ha aceptado formar parte del gobierno de CIU aún cuando los socialistas catalanes se han apresurado a desmentir que esta eventualidad suponga tipo alguno de apoyo.
“Es un ambito de máxima importancia de país”, ha asegurado Artur Mas sobre el asunto del deporte. “Las selecciones deportivas son una de las grandes piedras que tenemos en el zapato. Porque aquí el Estado español juega muy fuerte y en contra, ya que ellos consideran -y seguramente no les falta razón- que las selecciones deportivas nacionales son un gran símbolo nacional y por tanto las combaten tanto como pueden”. Estas declaraciones del President distan mucho de responder a la mera frivolidad o a una simple promesa electoralista. Mas cree firmemente en la capacidad del deporte para generar la cohesión social al estilo de los gobernantes norteamericanos y no sería de extrañar que éste detalle -el deportivo- no fuera el único que no nos recordara al made in USA. Todo está por ver, pero pudiera ser que Mas sorprendiera incluso a lo más rancio del nacionalismo catalán girando hacia un patriotismo, digamos por ahora, diferente.
Gema Castellano
Acto de toma de posesión del nuevo presidente de la Generalitat, Artur Mas
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