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La marca española incrementó casi un 18% sus ventas en todo el mundo, al entregar más de 186.000 vehículos, lo que permitió un aumento de los ingresos del 17%, hasta alcanzar los 2.635 millones de euros. Este éxito tuvo su fiel reflejo en la producción en su fábrica de Martorell, que se incrementó un 24% sobre los seis primeros meses del año pasado.
El resultado operativo de SEAT también mejoró, hecho que la compañía aprovechó para destinar más recursos a I+D para nuevos proyectos, y para incrementar las acciones de marketing y publicidad a fin de paliar los efectos adversos derivados de la finalización de los planes de estímulo gubernamentales. Como consecuencia de todo ello, SEAT redujo en dos millones de euros las pérdidas operativas.
