Es de justicia no comparar las añadas por lo diferentes y contradictorias que pueden ser, pero su color cereza brillante y la potencia de su sabor no dejan lugar a dudas. El Laurona 2006lo vale. Es una opción perfecta para ágapes de postín donde el anfitrión se esmera con las carnes potentes y los entrantes de cuchara, una elección inteligente que denota buen gusto sin ostentación y conocimiento de las innovaciones de mayor solvencia en un mundo -el del vino- tan controvertido como exquisito; tan polémico como fascinante.
Y esta fascinación que provoca Baco en los paladares y las mentes más sensibles a los placeres de la tierra, es la que llevó a José María Mainat y Toni Cruz (La Trinca) a adquirir la Bodega Laurona -creada en 1999 por René Barbier y Christopher Cannan– junto a otros socios como Marcos Santana, además de los enólogos René Barbier y Fernando Zamora, que arrastran toda la experiencia de la época anterior. Se encuentra situada en el Montsant, lindando con el Priorat, una zona que garantiza vinos de altísima calidad. En la Bodega Laurona las uvas se seleccionan en doce parcelas diferentes de donde se aprovechan los mejores terruños, capaces de ofrecer como producto final vinos complejos y con carácter. Profundos y de largo recorrido en sabor.
Porque aunque en esta ocasión el protagonista sea el Laurona 2006, no podemos hablar de este “Celler” sin referirnos a “6 Vinyes de Laurona”, con un 60% de garnacha y un 40% de Cariñena, procedente de viñedos con una edad de entre 60 y 80 años. En definitiva, estas autóctonas y viejas garnachas y cariñenas del Montsant, tratadas por gentes del lugar que conocen las laderas, han convencido al mercado por su calidad; tanto, que incluso críticos de la exigencia de Robert Parkerse han rendido a sus encantos.
Al estilo de las cenas calabresas más conmemorativas, el Grup Travi, gestor de uno de los restaurante más emblemáticos de Barcelona –El Xalet de Montjuïc– ha querido presentar allí -desde donde la Ciudad Condal se ve en todo lo hondo- y a un selecto elenco de amigos, el Laurona 2006; vino de carácter donde los haya, capaz de cubrir las necesidades de calidad de los comensales más sibaritas, además de ser capaz de medirse con la gastronomía de alcurnia y alta elaboración. No faltó de nada para que el ágape contara con los elementos fundamentales de una buena celebración al más puro estilo mediterráneo. Buena comida, vinos de excepción y baile, amenizado por Adrián y Anita –campeones del mundo de “Salsa”– y buena compañía. No hay nada mejor para poner un vino a prueba.
Gema Castellano
Pulse las fotos para Ampliarlas