Y es que la leyenda urbana otorga a los países mediterráneos el récord de delitos contra la propiedad y la integridad física, pero Suecia, por ejemplo, nos supera con 151,9 infracciones penales por cada mil habitantes y Bélgica arroja una cifra de criminalidad de 97,1 casos por millar de ciudadanos. La media de los delitos de esta índole en Europa es de 64,9 agresiones por cada mil habitantes y España registra un baremo de 50 casos por millar de almas, liderando así, la tasa de los atentados contra la vida y el patrimonio, las faltas de lesiones y el hurto que se producen en el Mediterráneo comunitario, por encima de Italia, Portugal y Grecia.
Una de las primeras conclusiones que se desprenden de estos datos, es que el índice de criminalidad de los países europeos es directamente proporcional a su desarrollo económico; y esto lleva, a algunos, a concluir que la inmigración que acude al reclamo de la expansión económica dispara el número de delitos. Pero esta afirmación no es exacta. En ocasiones, demasiadas, se reproduce la paradoja americana, que se definió cuando la tasa de delincuencia del país descendió coincidiendo con la entrada masiva de inmigrantes mexicanos, con perfiles menos delictivos que la población estadounidense.
Dicho esto, según datos oficiales, se ha demostrado que han descendido en España el número de homicidios dolosos y los asesinatos consumados un 3,5%, pero han aumentado un 3,9% los robos con violencia y un 9,7% los asaltos con fuerza en viviendas durante 2011. Siguiendo esta tendencia ascendente, los homicidios y robos en domicilios se incrementaron un 16,3% y un 22,3% respectivamente en el primer semestre de 2012, con respecto al mismo período del año 2011. Un dato que nos confirma Nuria Coll, presidenta de la empresa de seguridad Tronic. Según Nuria Coll -única mujer en España al frente de una empresa de seguridad global que opera desde hace 40 años- aumentan los delitos más graves; que además, se perpetran con más violencia por parte de las bandas organizadas.
Nuria Coll insiste en que, el de la seguridad privada, es un sector absolutamente desconocido en España que no tiene un lugar específico, todavía, en el organigrama de las empresas. “Debería contemplarse de una manera natural” asegura. En este sentido apunta también el “Informe de Seguridad Privada en España. Estado de la cuestión 2012”, editado por la Fundación Esys. Su presidente, Javier Gómez Navarro, asegura que el sector de la seguridad es cada vez más complejo, dinámico y cambiante. Nuria Coll -que ha basado la nueva estrategia de su empresa en la personalización y la adaptabilidad global a la idiosincrasia de la nueva metodología delictiva- justifica estas afirmaciones argumentando que los riesgos a los que se enfrenta el sector también evolucionan a una velocidad vertiginosa. Además, insiste, “el concepto de seguridad privada debe entenderse como un conjunto de acciones realizadas por las empresas y los ciudadanos para protegerse ante riesgos de origen físico, pero también informático”.
En Tronic, según su presidenta, los departamentos de I+D, ingeniería y proyectos, mantienen una actividad frenética con el objetivo de impulsar a la empresa a la élite de la innovación permanentemente. Su estructura de empresa familiar pionera en el sector, su especialización y su versatilidad le permiten buscar el liderazgo en el mercado mediante la alta calidad de sus servicios, la atención personalizada y la oferta de una seguridad global que tiene en cuenta, siempre, las últimas tendencias en delincuencia nacional e internacional activa.
Según el Informe Económico de APROSER 2011 al que hace referencia el Informe de la Fundación Esys -que remite a los datos obtenidos de la Unidad Central de Seguridad Privada- al cierre de 2010 el número de empresas de Seguridad Privada Física era de 1.538, de las cuales, 1.374 han sido habilitadas por el Ministerio del Interior, 134 por la Generalitat de Catalunya y 30 por el Gobierno Vasco. El sector de la Seguridad Privada Física registra unos 4.250 millones de euros de facturación total, pero no se conocen datos concretos del volumen de negocio que se mueve en lo que a seguridad informática se refiere.
En lo que respecta al poder de disuasión, realmente, nos comenta Nuria Coll, el aumento de la seguridad disminuye drásticamente el número de delitos. España es, en términos relativos, uno de los países europeos con mayor número de agentes de Seguridad Pública por habitante, con un agente por cada 198 habitantes. En cuanto a los agentes de Seguridad Privada se refiere, es el Reino Unido, con un vigilante por cada 170 habitantes, el país que contrata más seguridad privada.
Según ella, no se pueden asumir los retos en seguridad de un mundo en constante cambio y claramente informatizado sin un plan de seguridad adaptado a las circunstancias y las características individuales en empresas y hogares. Y mientras el mercado para el sector es cada vez más amplio, éste deberá abrir un debate que lo lleve a la creación de una normativa legal específica para la seguridad privada, que se adapte también a las nuevas realidades tecnológicas, a la vez que se crean mecanismos de coordinación internacional.
Hemos hablado con Nuria Coll en su finca, rodeada de caballos frisones y perros que comenzarán su adiestramiento en breve, pero también de unas medidas de seguridad excepcionales que le permiten una calidad de vida aceptable. “Es necesario aceptar que debemos estar seguros sin llegar a la paranoia” nos comenta. Escúchenla. Porque la seguridad también está relacionada con la sensatez y no es necesario sembrar el pánico en la población para ganar cuotas de mercado.
Gema Castellano
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