Verán. Es que la creatividad en alianzas estratégicas entre las marcas excelentes y los eventos de calidad, a veces, ofrecen unos resultados impactantes y … ¿se les ocurre algo más sublime y soberbio que relajar el cerebro mediante el placer sensorial? Paladear deliciosos y estimulantes sabores en un entorno idílico resulta, sin duda, sublime; pero, si además se trata de un cóctel inédito, inspirado en las melodías y estructuras musicales que estamos escuchando y firmado por uno de los cocteleros más creativos; el resultado es, literalmente, mágico.
Héctor Henche, propietario de Fizz Bartenders, está por consolidarse como uno de los cocteleros más refinados, creativos y sofisticados, del sector de la alta coctelería española. Quizás sea su timidez y modestia lo único que lo frenan en estos momentos. Las marcas de alta gama pugnan por tenerlo en exclusiva y él -amante de la calidad y los productos de élite- se deja querer.
Sólo trabaja con los mejores; con aquellas firmas que pueden ofrecer valor añadido a su continua y acertada inspiración. Su flirteo con Macallan, uno de los whiskies de Malta más premiados del mundo, ha terminado en un romance con resultado explosivo, en el sentido más chispeante e impactante del término, cuando de experiencia gustativa se habla.
Su asociación -la de Fizz Bartenders y Macallan– al Festival de Perelada, ha sido un auténtico reto. El objetivo era crear tres cócteles temáticos que jamás se reproducirán en otro escenario; y eso, convendrán conmigo, no se escribe muy a menudo con letras de oro en las acciones de marketing, más encaminadas a la más burda propaganda y a las luchas de intereses que malogran los proyectos.
Pero en este caso el “duende” creativo ha ganado la partida y días antes del comienzo del Festival, Héctor Henche –Fizz Bartenders– y Fran Hernández –Brand Ambassador de Macallan– presentaban, por fin, los tres cócteles exclusivos que solo podrán servirse en el Castillo de Perelada y durante el Festival en cualquiera de sus ediciones.
Los jardines de Perelada y sus fantásticos cisnes blancos son el leit-motiv del «Cóctel Inaugural«, en el el que Héctor Henche ha impreso un excelente maridaje de The Macallan con una mezcla de mosto de uvas de la variedad garnacha blanca y moscatel -típicas de la región- con un toque floral conseguido a base de mezclar flores de pétalo blanco, como la rosa y el jazmín.
La sensación es la de beberse el jardín; cuyos aromas, sonidos, luz e imágenes, están implícitas en esta esencia gustativa que siempre permanecerá en el recuerdo. Se trata de un cóctel elegante y sofisticado, digno de la belleza aristocrática de ese lugar idílico.
La locura creativa viene de la mano del musical “Follie”, para cuya representación, Fizz Bartenders ha creado «Frozen Broadway«; un homenaje congelado -conseguido mediante la técnica de la crionización con nitrógeno- a los espectáculos neoyorkinos más excéntricos y extravagantes. “Follie”, una de las obras maestras del gran Stephen Sondheim producida originalmente en Broadway por Harold Prince, ha triunfado en España de la mano de Mario Gas; y ahora tendrá su propio cóctel. Sitúense un instante. Es la época de las Ziegfeld Follies de New York, entre 1907 y 1940, cuando se crea en Cuba el Frozen Daiquiriy las diferentes versiones se suceden hasta 1940.
Héctor ha creado un cóctel de limón con un “touch” de mermelada de naranja amarga y unos golpes de bitter de cacao, en el que el malta de Macallan juega un lugar primordial. Porque lo que se pretende es representar la infelicidad, provocada por los frustrados sueños artísticos de los protagonistas.
Es un combinado “picante” en el que Héctor Henche arriesga mucho, intentando alcanzar el equilibrio en una mezcla casi imposible del jengibre con el limón. Una versión del s.XXI del Frozen Daiquiri que conecta el paladar con una historia truculenta.
Pero, sin duda, es “Don Giovanni” -creado para la ópera de Mozart– el cóctel en el que Héctor ensalza la calidad excepcional del Malta 12 años de Macallan, porque la trama del pícaro y seductor Don Juan -fresca, juvenil y con mucho carácter- se merece un trago largo y contundente. Lo cierto es que este ‘brebaje’ evoca homenajes a muchas cosas.
A la Deustch Oper de Berlín -en cuyo honor utiliza el zumo de manzana-, a Sevilla -lugar donde tienen lugar las andanzas de Don Juan- a la que se asocia el aroma de Azahar y a la propia marca escocesa, reconocida abundantemente en este combinado, por su buen hacer.
Fran Hernández, Brand Ambassador de The Macallan, nos sugiere tomarlo en el recipiente diseñado por la escocesa para este fin, un vaso vintage con borde dorado, que evoca las sofisticadas conversaciones de despacho de la serie Mad Men. Sorprendente, ¿no?. De esta manera queda patente la admiración de The Macallan por serie de televisión creada por Matthew Weiner y protagonizada por Jon Hamm. ¿Destronará Macallan al whisky canadiense de la serie?. Todo se verá.
¿Se olvidaron de él?
Según nos confiesa Fran Hernández, Brand Ambassador de Macallan y nos confirman el mismísimo Hector Henche y Gonzalo Lopez-Hermida, de la agencia Cienvolando -implicada también en el proyecto- no fue intencionado que Kaufmann no tuviera cóctel propio. Y es que nadie -ni siquiera los más entendidos en el terreno operístico- podían imaginar que Jonas Kaufmann arrancaría cinco “bises” a un público extra exigente; en un escenario caótico para los puristas, donde las cigüeñas y los grillos toman la iniciativa en los “pianos” más perfectos y los tenores no están obligados a vestir de “chaqué”.
La audiencia quiso escucharle para confirmar o desmentir su calificación de “el tenor del momento” por parte de los “mentideros operísticos más ilustrados”; y Kaufmann salió de Perelada en olor de multitudes y dejando un dulce sabor de boca, que no podremos recordar con el aroma de un “cóctel” inédito. Macallan se lo debe y el Festival ya no podrá dejar de contar con él. Una noche grande en la que también se cerró el compromiso del “escocés” con un gran festival.
Gema Castellano
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