Lejos de intentar parecer agorera o pesimista, diré que no es que “la cosa” vaya para largo, sino que jamás ‘la cosa’ volverá a ser igual. Así, todos aquellos que se han puesto la venda en los ojos jurando no quitársela hasta que ‘la cosa’ cambie, deberán aprender a gestionar su frustración para poder reiniciarse y afrontar, sin lamentaciones, una realidad que -por otra parte- no tiene necesariamente que ser nefasta. Pero… ¿qué es la calidad de vida según la sociedad en la que vivimos?; ¿dos hipotecas para pagar dos casas?; ¿dos créditos para costear dos coches?; ¿dos tarjetas de crédito con intereses desorbitados? …
Es cierto que estos son algunos de los símbolos del éxito según la doctrina del crecimiento económico en las últimas décadas, y que muchas personas asocian el concepto y la palabra ‘sostenibilidad’ a la ausencia de todas estas cosas que supuestamente las convierten en hombres y mujeres felices y sanos; por tanto, unen la sostenibilidad a un estilo de vida marcado por las carencias, la marginalidad y la falta de estilo.
Nuestro ‘pensamiento inconsciente‘ se aferra al estilo de bienestar insolidario e insostenible para el que hemos sido programados por un sistema consumista que, además de hacernos infelices, nos ha perturbado. Tenemos miedo, un gran sentimiento de pérdida y percibimos la ‘sostenibilidad’ como el estilo de vida de los fracasados y renegados de un sistema neoliberal que, paradójicamente, es socialmente frustrante. ¡Qué gran error! Tomar consciencia de lo que supone el concepto ‘sostenibilidad’ como forma de vida y de pensamiento, es una obligación individual y de grupo. Porque la ‘sostenibilidad’ no tiene nada que ver con la ausencia de progreso o las carencias; pero sí, y absolutamente, con el aperturismo de la mente hacia el conocimiento, la educación y el compromiso con la sociedad, con el planeta y con las generaciones venideras.
La ‘Sostenibilidad’ es nuestra única oportunidad de futuro y debe convertirse en el nuevo fundamento de la economía global. El negocio social, la investigación, el diseño, la innovación, la tecnología… todo debe ir encaminado a llevarnos hasta una nueva civilización que respete al individuo, a la sociedad y al planeta. Porque lo que estamos sufriendo no es una crisis pasajera, sino el ocaso de una forma de vida y de progreso basados en la estafa y en la especulación, generalizados en todas las capas sociales.
¡Nadie dijo que sería fácil! Nuestro gran logro será grabar los fundamentos de la ‘sostenibilidad’ en nuestro ‘pensamiento inconsciente’; porque solo así educaremos generaciones con conciencia de sostenibilidad.
Gema Castellano
Nota: esta es la editorial del Nº6 de nuestra revista LifeStyle by Informativos.Net (SEP012)