“Más allá de la posición personal de cada uno de nosotros, son los votos y las urnas los que deben decidir y determinar las proposiciones y la magnitud de las mayorías y las minorías del país”. “En una palabra, el pueblo catalán prefiere gobernarse antes que ser gobernado.Y quiere hacerlo en una Europa más unida, más fuerte y más federal”.
Sobre la economía:
“La crisis ha desnudado muchas supuestas verdades convirtiéndolas en errores o directamente en falsedades y muchos comportamientos de antes son ahora justamente criticados y recriminados”.
“El año que ahora se acaba es el sexto de una recesión económica que ha provocado auténticos estragos. Sin embargo, parece que podemos comenzar a remontar”.
“La herida que ha provocado la recesión es muy profunda y, por tanto, no se pueden esperar curaciones milagrosas”.
TRADUCCIóN al castellano del Discurso Fin de Año del Presidente de la Generalitat de Cataluña, el muy Honorable Artur Mas
Estimadas y estimados compatriotas.
Como cada año por estas fechas de navidad y Fin de Año me dirijo a todos vosotros para daros un mensaje de ánimo y de confianza en nuestro país y para felicitaros las Fiestas. Son días entrañables, de reencuentros con familiares y amigos, de celebración y de compañía. Días de no sentirse solo, de recuerdos y de buenos propósitos. Días también en los que echamos, especialmente, en falta a aquellos familiares y amigos que nos ha dejado o a aquellos que se encuentran lejos de nosotros.
A todas las familias que os encontráis en estas circunstancias o a las que deben hacer frente a situaciones duras y adversas, de falta de trabajo, de sufrimiento o de enfermedad, desearía haceros llegar a través de estas palabras todo mi sentimiento de afecto y el compromiso de que trabajaremos tanto como podamos para conseguir que todas las personas de nuestro país tengan una vida digna.
El año que estamos a punto de comenzar, el 2014, será un año cargado de simbolismo. Se cumplirá el tercer centenario de la Guerra de Sucesión. momento en el que Cataluña perdió sus derechos, sus Constituciones, sus instituciones y sus libertades. Tres siglos después, celebraremos casi un milagro. Un pueblo que tenía todas las de perder no sólo sigue existiendo, sino que se plantea, con más fuerza que nunca, ganar una gran batalla democrática y por medios totalmente pacíficos; la de decidir libremente su futuro como país, como nación y como sociedad.
Cataluña es un país diverso y plural. La razón es la procedencia de sus personas, las lenguas que se hablan, las maneras de pensar, las opciones políticas e ideológicas.
Un país diverso y plural, y ahora capaz de tejer grandes consensos, como se ha demostrado hace pocas semanas con el acuerdo ampliamente mayoritario, sobre la consulta a celebrar el 9 de noviembre del año que comienza.
Sé que al respecto de este gran reto no hay unanimidad. Hay fuerzas políticas que no lo comparten y sobretodo personas, compatriotas nuestros, que lo ven con preocupación, temor y en definitiva, contrariedad.
Son posiciones legítimas y respetables, como también lo son las otras, las que ven en todo este proceso la mejor manera de construir un país que valga mucho la pena, que haga disfrutar mucho por su modernidad, su bienestar y su calidad democrática.
Todas las posiciones han de poder ser defendidas con respeto y buena convivencia. Y en todo lo que de mí dependa, así será.
Y más allá de la posición personal de cada uno de nosotros, son los votos y las urnas los que deben decidir y determinar las proposiciones y la magnitud de las mayorías y las minorías del país.
No hay nada más democrático que hacerlo así. Cataluña es un país de larga y honda vocación democrática, y por tanto, corresponde hacerlo así. Resolver los grandes temas en las urnas no debe provocar ni pesadumbre ni temor, y es evidente que nuestro futuro y la relación que tendremos con España y Europa es un tema en mayúsculas.
Quiero aprovechar este mensaje de Fin de Año para pedir al Estado que nos deje votar. Que escuche la voz del pueblo catalán y que no levante muros para silenciarla. Que deje decidir a quien siente la necesidad de decidir.
Toda nación tiene implícitamente el derecho a decidir su futuro. Pero a esos que niegan, a pesar de todo, la evidencia, les diré que Cataluña se ha ganado el derecho a decidir. Los catalanes y las catalanas, los de ayer y los de hoy, se han ganado el derecho a decidir su futuro, porque han sabido mantener viva su identidad, su cultura, su lengua y su derecho; a menudo en contra de normas y leyes injustas.
Se han ganado el derecho a decidir porque han sabido acoger e integrar a millones de personas venidas de otros territorios de España o de países foráneos, demostrando que Cataluña es una tierra donde lo importante es el destino que se busca y no el origen de que se proviene, Y sobretodo, los catalanes y las catalanas se han ganado el derecho a decidir su futuro porque han sabido y han querido mantener en pié la voluntad de autogobernarse, en contra de todas las circunstancias históricas que lo querían impedir o que, ahora, lo quieren limitar o disminuir.
En una palabra, el pueblo catalán prefiere gobernarse antes que ser gobernado.Y quiere hacerlo en una Europa más unida, más fuerte y más federal.
Pedimos, por tanto, que se nos deje votar. Y que el Estado no nos vea como un adversario, y mucho menos, como un enemigo. Hemos sido cuando hemos podido. Queremos ser ahora y podemos ser en el futuro un aliado, un buen aliado. Pero desde la libertad. Desde la propia opción. Podemos responder la pregunta que hemos convenido y en la fecha que hemos acordado.
El 2014 será, así pues, un año para recordar historia, personas y raíces, pero sobretodo será un año para decidir el futuro y abrir horizontes.
El año que ahora se acaba es el sexto de una recesión económica que ha provocado auténticos estragos. Sin embargo, parece que podemos comenzar a remontar. Confío en que sea así y haremos todo lo que podamos y todo lo que sepamos para aprovechar el cambio de tendencia positivo que se avista. La herida que ha provocado la recesión es muy profunda y, por tanto, no se pueden esperar curaciones milagrosas. Necesita tiempo, perseverancia, talento y coraje para reponerse de todo, y sobretodo, para encarar el futuro con fundamentos más sólidos.
La crisis ha desnudado muchas supuestas verdades convirtiéndolas en errores o directamente en falsedades y muchos comportamientos de antes son ahora justamente criticados y recriminados.
Muchas cosas están cambiando a mejor. Y muchas otras han de cambiar todavía. Confío en que, entre todos, sabremos encontrar la manera de enmendar los errores cometidos y de transformar el aprendizaje en fortaleza y éxitos colectivos. UNos éxitos que a medida que vayan llegando deberemos saber ofrecer a todas esas personas, conciudadanos nuestros, que ha salido más mal parados de los golpes e injusticias de estos últimos años.
No hay que olvidar nunca que el Estado que muchos reclaman para Cataluña, como cualquier otro Estado, no es más que un instrumento al servicio de la sociedad y del país; es decir, de las personas.
Brindo simbólicamente con todos vosotros por un 2014 lleno de luz, de oportunidades y de esperanza.
Viva cataluña!
Artur Mas i Gavarró
Presidente de la Generalitat de Cataluña
Barcelona, 30 de diciembre de 2013
Discurso en catalán
Missatge del president de la Generalitat amb motiu del Cap d’Any 2013
Benvolgudes i benvolguts compatriotes,
Com cada any per aquestes dates de Nadal i de Cap d’Any m’adreço a tots vosaltres per donar-vos un missatge d’ànim i de confiança en el nostre país i per felicitar-vos les festes. Són dies entranyables, de retrobament amb familiars i amics, de celebració i de companyia. Dies de no sentir-se sol, de records i de bons propòsits. Dies també en els quals trobem especialment a faltar aquells familiars o amics que ens han deixat o aquells que es troben lluny de nosaltres.
A totes les famílies que us trobeu en aquestes circumstàncies, o a les que heu de fer front a situacions dures i adverses, de manca de feina, de patiment o de malaltia, m’agradaria fer-vos arribar a través d’aquestes paraules tot el meu sentiment d’afecte i el compromís que treballarem tant com calgui per aconseguir que totes les persones del nostre país tinguin una vida digna.
L’any que estem a punt d’encetar, el 2014, serà un any carregat de simbolisme. Es complirà el tercer centenari del final de la Guerra de Successió, moment en el qual Catalunya va perdre els seus drets, les seves Constitucions, les seves institucions i les seves llibertats. Tres segles després, celebrarem gairebé un miracle: un poble que tenia totes les de perdre no només segueix existint sinó que es planteja amb més força que mai guanyar una gran batalla democràtica i per mitjans totalment pacífics: la de decidir lliurement el seu futur com a país, com a nació i com a societat.
Catalunya és un país divers i plural. Ho és per raó de la procedència de les seves persones, per raó de les llengües que s’hi parlen, per raó de les maneres de pensar, per raó de les opcions polítiques o ideològiques.
Un país divers i plural, i alhora capaç de teixir grans consensos com s’ha demostrat fa poques setmanes amb l’acord àmpliament majoritari sobre la consulta a celebrar el 9 de novembre de l’any que comença.
Sé que al voltant d’aquest gran repte no hi ha unanimitat. Hi ha forces polítiques que no ho comparteixen i sobretot persones, compatriotes nostres, que ho veuen amb preocupació, temor i fins i tot contrarietat.
Són posicions legítimes i respectables, com també ho són les altres, les que veuen en tot aquest procés la millor manera de construir un país que valgui molt la pena, que arribi a fer molt de goig per la seva modernitat, el seu benestar, el seu sentit de la justícia social, el seu civisme i la seva qualitat democràtica.
Totes les posicions han de poder ser defensades amb respecte i amb bona convivència. En allò que depengui de mi, així serà.
I més enllà de la posició personal de cadascú de nosaltres, són els vots i les urnes els que han de decidir i determinar les proporcions i la magnitud de les majories i de les minories del país.
No hi ha res més democràtic que fer-ho així. Catalunya és un país de llarga i fonda vocació democràtica, i per tant ens correspon fer-ho així. Resoldre els grans temes a les urnes no ha de provocar ni recança ni temença, i és evident que el nostre futur i la relació que hem de tenir amb Espanya i amb Europa és un tema en majúscules.
Vull aprofitar aquest missatge de Cap d’Any per demanar a l’Estat que ens deixi votar. Que escolti la veu del poble català, i que no aixequi murs per silenciar-la. Que deixi decidir a qui sent la necessitat de decidir.
Tota nació té implícitament el dret a decidir el seu futur. Però per a aquells que neguen fins i tot aquesta evidència, els diré que Catalunya s’ha guanyat el dret a decidir. Les catalanes i els catalans, els d’ahir i els d’avui, s’han guanyat el dret a decidir el seu futur perquè han sabut mantenir viva la seva identitat, la seva cultura, la seva llengua i el seu dret, molt sovint en contra de normes i de lleis injustes; s’han guanyat el dret a decidir perquè han sabut acollir i integrar milions de persones vingudes d’altres territoris d’Espanya o de països forans, demostrant que Catalunya és una terra on el que realment és important és el destí que es busca i no l’origen del qual es prové; i sobretot les catalanes i els catalans s’han guanyat el dret a decidir el seu futur perquè han sabut i han volgut mantenir dempeus la seva voluntat d’autogovernar-se, en contra de totes les circumstàncies històriques que ho volien impedir o de les que ara ho volen limitar o disminuir.
En una paraula, el poble català prefereix governar-se que no pas ser governat. I ho vol fer en una Europa més unida, més forta, i més federal.
Demanem, per tant, que se’ns deixi votar. I que l’Estat no ens vegi com un adversari ni molt menys com un enemic. Hem sigut quan hem pogut, volem ser ara i podem ser en el futur un aliat, un bon aliat. Però des de la llibertat. Des de la pròpia opció. Podent respondre la pregunta que hem convingut i en la data que hem acordat.
El 2014 serà, doncs, un any per recordar història, persones i arrels; però sobretot serà un any per decidir futur i obrir horitzons.
L’any que ara s’acaba és el sisè d’una recessió econòmica que ha provocat autèntics estralls. Tanmateix, sembla que per primer cop podem començar la remuntada. Confio que sigui així, i farem tot el que puguem i tot el que sapiguem per aprofitar el canvi de tendència positiu que s’albira. La ferida que ha provocat la recessió és molt fonda, i per tant no es poden esperar curacions miraculoses. Caldrà temps, perseverança, talent i coratge per refer-se del tot, i sobretot per encarar el futur amb fonaments més sòlids. La crisi ha despullat moltes suposades veritats convertint-les en errors o directament en falsedats; i molts comportaments d’abans ara són justament criticats i recriminats.
Moltes coses estan canviant, a millor. I moltes altres han de canviar encara. Confio que entre tots sabrem trobar la manera d’esmenar els errors comesos i de transformar l’aprenentatge en fortaleses i èxits col·lectius. Uns èxits que a mesura que vagin arribant hem de saber oferir-los a totes aquelles persones, conciutadanes nostres, que han sortit més malparades dels cops i de les injustícies d’aquests darrers anys.
No cal oblidar mai que l’Estat que molts reclamen per a Catalunya, com qualsevol altre Estat, no és més que un instrument al servei de la societat i del país. és a dir, de les persones.
Brindo simbòlicament amb tots vosaltres per un 2014 ple de llum, d’oportunitats i d’esperança.
Visca Catalunya!
Artur Mas i Gavarró
President de la Generalitat de Catalunya
Barcelona, 30 de desembre de 2013