María del Pilar Teresa Cayetana de Silva y álvarez de Toledo, la XIII Duquesa de Alba, brillante mecenas y amante del neoclasicismo del alemán Raphael Mengs, aportó varias obras de este pintor y también de Goya, amigo personal, cuyo lienzo del retrato de la duquesa “en blanco”, se ha convertido, con el tiempo, en emblema de las colecciones de la “Casa”. La aristócrata murió en el año 1802 sin descendencia, lo que llevó a un cambio de linaje a favor de una rama de la Casa de Fitz-James Stuart, duques de Berwick; y también a la fragmentación del patrimonio pictórico.
María del Pilar Teresa Cayetana perdió lienzos por expropiación a manos de Manuel de Godoy, la mano derecha del Rey Carlos IV, y legó otros, a su muerte, a sus amistades y familiares. Así, obras de la talla de “La Venus del Espejo”, de Velázquez y la “Madonna de Alba”, pintada por Rafael Sanzio, desaparecieron de la colección; pero la nueva rama aristócrata que se hizo con el título aristocrático, llegó a la Casa de Alba con las mismas inquietudes artísticas que habían caracterizado a los álvarez de Toledo. Carlos Miguel Fitz-James Stuart y Silva supo engrandecer el patrimonio con piezas de Perugino y Fra Angelico, esculturas de Antonio Solá y José Alvarez Cubero y lienzos de los ingleses Joshua Reynolds, George Romney.
La colección fue enriquecida durante todo el s.XX con obras de Sorolla, Madrazo, Zuloaga o Sotomayor; y la actual Duquesa también ha sabido elegir adquiriendo importantes lienzos de Renoir, Henri Fantin-Latour o Eugène Boudin, y también de Francesco Guardi, Corot, Picasso, Dalí y Marc Chagall. Sin duda sería todo un orgullo para Fernando Alvarez de Toledo, quien vigila los lienzos de Rubens, Goya, Murillo, El Greco o Rembrandt, desde su posición privilegiada de Gran Duque de Alba, de su retrato al oleo firmado por Tiziano.
Pero no solo el arte engrandece el patrimonio cultural de la Casa de Alba. El Palacio de Liria contiene, además, una biblioteca con más de 30.000 libros sobre los que destaca la Biblia de Alba de 1433 y 21 documentos firmados por Cristobal Colón.
Con la exposición “El Legado de la Casa de Alba”, la aristocrática familia realiza un esfuerzo de difusión no sólo de su patrimonio cultural, sino también de concienciación e información del esfuerzo y el empeño invertidos en la conservación y protección de esta riqueza artística. La Casa de Alba se muestra orgullosa de su vinculación a la Corona de España y saca, en esta magnífica exposición, todas las pruebas necesarias para demostrar su influencia y participación en la historia de España durante más de cinco siglos. También de su labor histórica de mecenazgo, que ha hecho posible esta colección.
Más de 100.000 personas han visitado ya esta espectacular y excepcional muestra de la Fundación Casa de Alba instalada en el madrileño Palacio de Cibeles e inaugurada por la reina de España, que quizás tarde muchos años en reagruparse de nuevo para que el público pueda disfrutar de, posiblemente, una de las colecciones privadas más completas del mundo.
Gema Castellano
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