Al parecer, el cerebro reinterpreta el mundo para que podamos entenderlo y no solo la genética determina nuestro comportamiento. Tampoco podrán echarle la culpa al cerebro o a la mente, después de leer este libro, de, por ejemplo, jugarles una mala pasada; y, muy importante, no pierdan de vista la “epigenética”, la ciencia que revolucionará el futuro de la humanidad.
¿Comienza a interesarles el tema?. Pues bien. Sepan, también, que sensaciones como el miedo o la felicidad no existen en la realidad -”no están ‘ahí fuera’ metidas en una caja para poder cogerlas”, dice el profesor Morgado- sino que somos nosotros mismos quienes las generamos. Pero cuidado. ¡Nosotros; no nuestro cerebro!
«La educación es muy importante porque ‘modela’ el cerebro» asevera Morgado «la visión de imágenes violentas influye directamente en nuestro cerebro y ahí radica gran parte de los problemas que sufre nuestra sociedad» «Nos recreamos demasiado en la violencia y esto es malo; lo estamos haciendo mal, muy mal. La educación que recibimos actualmente potencia la violencia y no la cooperación o el altruismo. Ahí debemos mejorar mucho»
Ignacio Morgado asegura que, pese a que al común de los mortales le cuesta comprenderlo, ya conocemos mucho sobre el cerebro. Hasta tal punto, que es posible marcas perfiles de comportamiento analizando las reacciones de las conexiones neuronales. En definitiva la percepción e interpretación de la realidad es una cuestión neuronal y será el entorno, actuando sobre esas neuronas, lo que determinará nuestro comportamiento en cada momento y ante cualquier situación.
Partiendo de estas evidencias y asumiendo que somos seres “agresivos” por “naturaleza neuronal” -aunque no lleguemos a desarrollar un comportamiento violento- nuestra entrevista al profesor Ignacio Morgado va más enfocada al comportamiento social.
«La felicidad no es un estado permanente; son ‘algunas cosillas’ que nos pasan a lo largo de nuestra vida. Si fuera permanente sería insufrible… le doy una clave: intente conciliar las emociones con el razonamiento. Acople sus pretensiones a lo que puede realmente realizar. Eso le generará bienestar; pero nos educan a pretender más de lo que podemos y eso genera frustración y por lo tanto malestar. Lo contrario a la ‘felicidad'»
Queremos saber si un criminal nace o se hace; si llegamos al mundo pre-programados; si es necesario carecer de empatía para ser político o si somos capaces de identificarnos con la realidad, entre otras cuestiones trascendentes o quasi filosóficas, que son capaces de ser explicadas por la neurociencia.
No teman. A pesar de que pueda parecerles un tema complicado, al igual que en su libro, en esta entrevista que les ofrecemos en formato de vídeo/tv, el profesor Ignacio Morgado es capaz de desvelarnos los secretos de nuestro comportamiento con gran facilidad.
Porque la felicidad, el amor, la violencia o incluso algunas enfermedades son una cuestión neuronal. Y en muchas ocasiones, ni siquiera tienen que ver con la herencia genética. Escuchen con atención.
Gema Castellano @GemaCastellano