El doctor Gual apela al principio de corresponsabilidad a la hora de abordar los estragos en la salud, el bienestar y el estilo de vida de la población que provocan las adicciones pero, en lo que respecta al vino, por ejemplo, -una droga que está detrás de casi 200 dolencias graves y es considerada como un importante cancerígeno por su contenido en alcohol- la industria consiguió que en la Ley del Vino de 2003 fuera considerado como “alimento”; y de ahí a colocarle el apelativo de “saludable” y relacionarlo directamente con la reputada Dieta Mediterránea, el salto fue mínimo. Sólo hizo falta una campaña publicitaria.
Los españoles se han convencido de que el vino es un “alimento saludable” e incluso se ha pasado la línea roja atribuyéndole propiedades curativas y antiaging. La verdad, según los científicos, es que el vino -el alcohol- es una droga que incluso cuando no provoca adicción es responsable del 40% de los trasplantes de hígado, de un buen número de tipos de cáncer y en el caso de las mujeres -con una resistencia genética inferior al alcohol que la del hombre- está científicamente demostrado que su relación con el temido cáncer de mama es directa. La industria, que genera pingües beneficios gracias a la permisividad de la Ley del Vino de 2003, ni siquiera tiene la responsabilidad de contribuir a la prevención o al gasto sanitario.
“Vivimos en un entorno que promueve, tolera y socializa las drogas”, advierte Antoni Gual. El coste económico sanitario que genera el consumo de drogas ilegales en España supera los 1.000 millones de euros anuales; pero hay que destacar que son las drogas legales -alcohol y tabaco- las que producen un mayor impacto económico en nuestro Sistema de Salud superando al de las drogas ilegales.
En esta entrevista al doctor Antoni Gual que les ofrecemos en formato de vídeo/Tv hemos querido hacer una incursión en el oscuro mundo de las adicciones y de las drogas legales, pero también hemos hablado de las apuestas on line. Un terreno desconocido y exento de regulación en el que jóvenes e incluso menores sucumben sin generar, ni siquiera, un debate social. ¡Escuchen!
Gema Castellano @GemaCastellano