Y es que en pleno s.XXI, el de los Derechos Humanos, la tortura se aplica en prácticamente todos los países del mundo -incluso en las grandes democracias- avalada por el miedo a la amenaza terrorista o la sensación de inseguridad de la población. Los gobiernos la utilizan en interrogatorios sin escatimar en sofisticadas técnicas, con el beneplácito del pueblo -de la sociedad- el cual, está convencido de que, bajo presión extrema física o psicológica, el detenido confesará la información veraz y suficiente que permita a las fuerzas de seguridad desactivar los ataques y peligros antes de que se produzcan.
Sin embargo, insiste el psiquiatra Pau Pérez-Sales, también consultor en la OMS, en que “bajo tortura física o psicológica extrema, el cerebro crea una realidad inventada, por lo cual, la tortura no es nunca el método adecuado para obtener información de un detenido, incluso incluso si éste tuviera información relevante”. El argumento de que el resultado de la tortura es la obtención de información útil es, simplemente, un sofisma.
La tortura no es solo la manera que tienen los Estados de obtener información o hacer creer que la han obtenido y de transmitir una falsa seguridad o la sensación de alerta en la población si no que, además, es un negocio que mueve miles de millones de dólares en manos -según un informe de Amnistía Internacional- de 130 empresas chinas.
En esta entrevista que les ofrecemos en formato de vídeo/Tv, el psiquiatra Pau Pérez-Sales, autor del libro “Tortura psicológica” (ISBN: 9788433028846), nos define la tortura desde un punto de vista actualizado; desglosa los procedimientos del Protocolo de Estambul, analiza cómo impacta la tortura en la sociedad, pone en evidencia la utilización que hacen de ella los gobernantes y realiza un perfil psiquiátrico de quien ha ganado unas elecciones prometiendo a los ciudadanos que conseguirá la confesión de los enemigos de América mediante el método del “ahogamiento simulado”: Donald Trump.
No se pierdan ni un minuto de esta entrevista. Los objetivos de la tortura nunca son los que usted cree.
Gema Castellano @GemaCastellano