Carme Ruscalleda, con mando en plaza en el Mandarín, ha sido la encargada de respaldar al recién llegado y de hacerle saber, en público, que ‘lo que el hotel espera es éxito y resultados empresariales‘. No será por pasión, ganas de trabajar, creatividad y maestría, por lo que no lo consiguiera. Angel León -una estrella Michelin- se ha hecho famoso a nivel internacional por poner en valor, reivindicar y dignificar ese pescado que nadie quiere pero que desde el punto de vista gastronómico es muy interesante, en un empeño casi tozudo, de seguirle la corriente al mar.
Pionero en introducir el plancton en los platos -indispensable es remarcar la capacidad de sorprender que tiene su ‘arroz con plancton‘- León se siente afortunado por haber conseguido reconocimiento en lo que llama ‘el Siglo de Oro de la Gastronomía‘, convirtiendo la humildad de la ‘morralla‘, en una ‘gourmande virtud‘ codiciada por los más sibaritas. Es, sin duda y corroborado por Ruscalleda, «el cocinero con más proyección de la modernidad en el ámbito nacional» -y esto, sin duda, es, seguro, lo que más ha seducido a la intrépida empresaria, María Reig– inspirado, siempre, en ese Mediterráneo, el del sur, que ya se pelea con el Atlántico.
No le ha resultado fácil a Angel León reivindicar el mar desde un lugar muy complicado, un restaurante, el Aponiente, para 25 comensales y con 30 trabajadores, situado en el Puerto de Santamaría. Aún así, su compromiso sigue en pié y en el Hotel Mandarín Oriental de Barcelona, los fogones ya están preparados para recibir a los primeros intrépidos. Al frente estará Ismael Alonso, que se ha convertido en la extensión creativa y de calidad, de Angel León. El genio gastronómico llegado del sur promete la comida más suculenta basada en el mar y en la humildad, servida con ritmo, con alegría y con dinamismo.
Su reto de convertir ‘el Bistreau‘ del Mandarín en el lugar de referencia para comer pescado en Barcelona ha comenzado y promete la mejor ‘tortilla de camarones‘, jamás probada. Además, recomendamos los embutidos marinos; la ‘caballa y harissa’, curada en sal y acompañada de pil pil de algas; ‘¿surimi?’, pez mantequilla licuado de cítricos y remolacha; el ‘matrimonio’, ravioli de calabaza relleno de anchoa, boquerón, ‘all i oli‘ y lima; ‘¡una de croquetas!’, rellenas de calamar y su tinta; y, como no, el ‘arroz de plancton’, definido por el propio Angel León como ‘la expresión más pura del mar‘. Pueden terminar el ágape con un ‘Fisherman coco’, con exotismo de coco y un frescor balsámico de menta. Y ahora, cierren la boca si pueden, e intenten esconder su gesto de satisfacción y estupefacción. No lo conseguirán. Han descubierto al gran Angel León.
Y una sorpresa más. León prepara ya un menú degustación de unos quince o dieciséis pases que se servirá en lo que se llamará ‘La mesa del Chef‘ del Bistreau del Mandarín. Una oferta privada para doce personas, que se adivina como uno de los mejores regalos de navidad para los más sibaritas.
Gema Castellano
@GemaCastellano
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