En el mes de junio del año 2000 fue despedido Ravi Kanbur, responsable del Informe sobre el Desarrollo Humano, como un primer paso para transformar lo que era unos de los mejores informes internacionales, en lo que hoy es: un instrumento al servicio de las empresas multinacionales y del que han desaparecido los datos sobre el creciente aumento de las desigualdades mundiales y cualquier referencia crítica a las consecuencias de la globalización. Para ello basta leer el Informe sobre el Desarrollo Humano de 1999, y compararlo con la edición del año 2001, y cualquiera podrá ver la enorme transformación experimentada. La solución para el hambre en el Tercer Mundo no son los cultivos transgénicos, sino un mejor reparto de la renta, la reforma agraria, y la promoción de la agricultura biológica u orgánica.
A este respecto otra agencia de la ONU ha recomendado la agricultura orgánica a los países pobres, cuya producción agrícola exportable se ve acorralada por el proteccionismo de los países industrializados, como forma de abrirse un lugar en el mercado mundial a trav’s de los alimentos biol¢gicos. El mercado de alimentos y bebidas biol¢gicas, producidos sin empleo de plaguicidas o abonos qu¡micos, crece con rapidez en la mayor¡a de los pa¡ses industrializados e incluso en algunos en desarrollo, segon Rudy Kortbech-Olesen, del Centro de Comercio Internacional (CTI), una agencia de la ONU. La venta anual de esos productos suma 17.500 millones de d¢lares, un monto semejante al del mercado mundial de caf’.
Las previsiones favorables de expansi¢n est n respaldadas no s¢lo por una s¢lida y creciente conciencia de los consumidores sobre cuestiones ambientales y sanitarias, sino tambi’n por la promoci¢n de las grandes cadenas comerciales. Tambi’n han contribuido al aumento del mercado biol¢gico los temores originados por la aparici¢n de la enfermedad de las vacas locas, los transg’nicos, la fiebre aftosa o las dioxinas en los alimentos. Un estudio de la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) expuso tambi’n la influencia que ha tenido la evoluci¢n del mercado agr¡cola mundial en el auge de los productos biol¢gicos. Desde comienzos de los a_os 70, el valor del comercio mundial de productos biol¢gicos aument¢ 15 veces, pero el comercio agr¡cola s¢lo se multiplic¢ por 7,5. La participaci¢n de los pa¡ses en desarrollo en sus mercados tradicionales de productos b sicos se redujo en un 20% desde comienzos de los a_os setenta. Cada agricultor de Estados Unidos, Jap¢n y la Uni¢n Europea recibi¢ de sus estados ayudas en 1998 por valor de 20.000 d¢lares anuales.
En conjunto, los pa¡ses industrializados destinan casi 1.000 millones de d¢lares diarios a sostener sus agriculturas ineficientes e insostenibles. Esos recursos fiscales de la OCDE han sido empleados para provocar una penetraci¢n de importaciones de alimentos en los pa¡ses en desarrollo, causando un desequilibrio significativo de sus balanzas comerciales, a la vez que ha reducido la seguridad alimentaria y ha aumentado la pobreza de los campesinos. El comercio mundial de cereales ha quedado en manos de s¢lo cuatro multinacionales privadas, Dreyfus, de Francia, Cargill y Bunge, de Estados Unidos, y Mitsui/Cook, de Jap¢n. Las ventas de alimentos biol¢gicos oscilan en la mayor¡a de los pa¡ses industrializados entre el uno y el dos por ciento del total del sector. Estados Unidos figura a la cabeza de las ventas con 8.000 millones de d¢lares anuales y 1,5 por ciento del total del comercio de alimentos. Le sigue Alemania, con 2.400 millones, y un porcentaje de sus ventas totales que oscila entre 1,25 y 1,5. Los pa¡ses con mayor expansi¢n relativa del consumo de productos biol¢gicos son Dinamarca (2,5 a 3%), Suiza (entre dos y 2,5%), y Austria, con un dos por ciento. La producci¢n ecol¢gica certificada de alimentos existe actualmente en m s de 140 pa¡ses, incluidos 90 pa¡ses en desarrollo, de los cuales 20 pertenecen al grupo de menos adelantados.
A pesar de esas cifras absolutas tan reducidas, el mercado de los alimentos biol¢gicos creci¢ en los oltimos a_os a tasas que oscilaron entre un 10 y un 30 por ciento, segon manifest¢ Kortbech-Olesen en una reuni¢n de expertos realizada por la UNCTAD en Ginebra, agencia cuyas recomendaciones son muy distintas a las del PNUD. Quiz s sea el pr¢ximo objetivo de Monsanto, empresa que como se sabe controla la FDA en Estados Unidos, impidiendo cualquier regulaci¢n objetiva de los productos transg’nicos. Los Verdes-Izquierda Verde consideran que los alimentos transg’nicos no son ninguna soluci¢n, y s¢lo agravar n los problemas actuales (degradaci¢n ambiental, pobreza y desigualdad). El futuro sostenible pasa por la promoci¢n y desarrollo de la agricultura biol¢gica, aunque para ello hay que frenar e impedir la enorme capacidad de manipulaci¢n de Monsanto.