A una reunión celebrada esta mañana, convocada por el Secretario General de la Consejería y a la que no acudió el Consejero Valín a diferencia de la convocada el día anterior para el sector productor, ha acudido una nutrida representación del sector bodeguero, representando por las organizaciones ASEBOR (Bodegas de Ribera del Duero), ASOVINTCAL (Vinos de la Tierra de Castilla y León) y FOMENTORO (Denominación de Origen Toro) así como representantes de la FEDERACIÓN ESPAÑOLA DEL VINO (FEV), a la que todas ellas pertenecen.
La Consejería ha transmitido una posición inflexible en algunos puntos que son críticos para la competitividad del sector como son el uso de marcas, la adaptación de los consejos reguladores a la nueva legislación nacional y la regulación rigurosa de los pagos que el sector exige. En otros aspectos se ha visto que las opciones de la Junta en este borrador carecen de ambición económica para este sector y pretende hipotecar el crecimiento de las bodegas que son el verdadero motor económico. El sector considera asimismo necesario que se garantice una paridad real en los órganos de gestión y que se mantengan las distintas opciones de naturaleza jurídica de los órganos de gestión de las indicaciones de calidad previstas en la ley nacional, debido a la diversidad de situaciones en la región.
El sector empresarial convocado hoy a la Consejería, que representan la práctica totalidad de las bodegas de la región, sometió sus alegaciones al primer borrador de norma a la Junta de Castilla y León, la cual ha utilizado dichas alegaciones para aumentar la confrontación mediante un segundo borrador que, no solo hace caso omiso a las propuestas de dichas organizaciones, sino que modifica el articulado en contra de los intereses manifestados por las bodegas.
La FEV y sus organizaciones miembro en Castilla y León consideran que es una irresponsabilidad hacer una ley desatendiendo la opinión de un sector en el que se ha invertido ilusión, dinero y trabajo, tanto en viñedo como en comercialización.
Las bodegas desean seguir negociando el texto de la Ley con la esperanza de que se produzca un cambio de actitud en la Consejería, sin perjuicio de emprender otro tipo de actuaciones para la consecución de sus objetivos, en caso contrario.