Las 174 restantes se reparten entre 122 de las cuencas con agua potable al cien por cien y 52 que no cumplen con todos los requisitos que especifica el Real Decreto de reglamentación técnico-sanitaria para el abastecimiento y control de aguas potables, según el Ministerio de Medio Ambiente.
La deficiencia de la potabilidad de los acuíferos se debe principalmente a la presencia de nitratos, cloruros y, en menor medida, sulfatos, compuestos perjudiciales para la salud, especialmente de niños y ancianos.
Este tipo de contaminación hace que un 17 por ciento del agua subterránea de España no sea apta para el consumo y tenga que ser tratada, o mezclada con agua de mejor calidad, para diluir la elevada concentración de compuestos químicos hasta límites autorizados.
La cuenca con mejor calidad de agua subterránea es la Norte, donde es potable el 100 % del líquido de sus 14 unidades hidrogeológicas. La cuenca con mayor número de acuíferos es la del Guadalquivir, con 39, de los que 30 cumplen totalmente con la reglamentación, cuatro la cumplen parcialmente y los cinco restantes no la cumplen.