Sin embargo, el gobierno no parece estar muy preocupado. Su inexplicable política entra en conflicto incluso con la estrategia de la Comunidad Europea, la cual ha hecho público recientemente en su Plan de Inversión, que en nuestro país existen oportunidades de inversión en investigación, desarrollo y energía sostenible. En colaboración con el Banco Europeo de Inversiones, la UE pretende movilizar 315.000 millones de euros en los próximos tres años. Investigación y energía sostenible. Dos valores de futuro a los que el actual gobierno ha ninguneado, hasta el punto de retirar las ayudas a las renovables situándonos en las últimas posiciones después de haber sido líderes y de organizar el caos en la investigación universitaria.
Cristina Malagelada, doctora en bioquímica por la Universidad de Barcelona, es una de esas investigadoras que ha regresado. Tras agotar una beca de investigación en Estados Unidos, se ha dedicado a seguir una línea de investigación a nivel básico del Parkinson en la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona, que hace ahora un año corrió serio peligro de tener que ser clausurada por falta de medios.
No crean que es cualquier cosa. Sin estos ensayos básicos jamás se podría avanzar en estudios más sofisticados, por lo que este tipo de investigación a nivel celular, es fundamental a la hora de que un hallazgo importante sobre la curación de la enfermedad sea posible.
Con el agua al cuello y sin fondos para seguir con la investigación, la doctora Malagelada y su equipo decidieron recurrir al crowdfunding, un tipo de mecenazgo consistente en la financiación masiva a través, generalmente, de Internet, y gracias a la colaboración de personas anónimas que aportaron sus ayudas, la investigación sigue ahora su curso; aunque siempre apremiada por la falta de fondos.
Ni que decir tiene que el gobierno ya ha puesto la diana sobre esta modalidad de financiación anónima. El ministerio de economía la limitaba a principios de 2014 a un millón máximo, con aportaciones de no más de 3.000 euros.
Casi un año después de su llamada desesperada a la colaboración ciudadana hemos hablado con Cristina Malagelada en su laboratorio de la Facultad de Medicina. Acompañada de su equipo, su investigación sobrevive en un reducido laboratorio y siempre bajo la sombra de la incertidumbre económica. Sólo viendo las carencias de las instalaciones es posible comprender la vocación y la humildad con la que nuestros científicos buscan los hallazgos que un día salvarán vidas.
No se pierdan esta entrevista que les ofrecemos en formato de vídeo/TV. Porque con mucho menos de lo que los directivos de Bankia gastaron con sus tarjetas Black en alcohol, clubs y restaurantes, es posible sentar las bases para la curación de una enfermedad como el Parkinson, provocada, según la doctora Malagelada, por el “estrés celular”
Gema Castellano @GemaCastellano
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