Luego de visitar la zona junto con otros funcionarios y expertos, la ministra de Ambiente de Venezuela, Ana Elisa Osorio, se manifestó alarmada por el derrame de 43.000 barriles de 159 litros de petróleo en los atentados.
Los últimos ataques del insurgente Ejército de Liberación Nacional (ELN) colombiano contra contra el oleoducto Caño Limón-Coveñas fueron cometidos el 20 y el 26 de este mes. El crudo se propagó por algunos ríos venezolanos y las empresas petroleras de ambos países activaron un plan de contingencia.
Tanto la Empresa Colombiana de Petróleo (Ecopetrol) como la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) aseguraron que la situación se encuentra controlada. Ecopetrol confirmó que unos 25.000 barriles de crudo alcanzaron en el río Catatumbo y el resto el Tarra, ambos venezolanos.
La ministra Osorio dijo que se registró «una emigración violenta de los ecosistemas y las especies», con 34 incidentes de este tipo en la frontera, y que la magnitud de los dos atentados obliga a revisar la responsabilidad del Estado colombiano.
«Ante esta situaci¢n se hace imprescindible evaluar los convenios entre la empresa colombiana de petr¢leo y nuestro pa¡s, dado que nuestros r¡os resultan afectados por los hechos (…) en su territorio y la forma de proceder en estos casos debe mejorar», indic¢.
«Ecopetrol deber responder por los da_os ambientales provocados en los r¡os venezolanos», asever¢ la ministra, quien adelant¢ que aon no se evalu¢ el da_o en esta regi¢n de la conflictiva frontera de 2.200 kil¢metros entre los dos pa¡ses
andinos.
Osorio record¢ que la contaminaci¢n del r¡o Catatumbo, que abastece 60 por ciento del lago de Maracaibo, logr¢ ser detenida a tiempo para evitar su propagaci¢n. Este lago es el principal centro de producci¢n de crudo venezolano para la exportaci¢n. PDVSA ha realizado all¡ acciones para mitigar los efectos ambientales de la explotaci¢n petrolera.
Segon PDVSA, no existe riesgo de que el crudo llegue al lago de Maracaibo. El crudo es extra¡do y trasladado luego a unas fosas. Esta operaci¢n costar unos 26 millones de d¢lares.
Mientras, el embajador de Colombia en Venezuela, Germ n Bula, dijo que de los 804 kil¢metros del oleoducto Ca_o Lim¢n-Cove_as s¢lo 100 est n en la zona de riesgo. Tambi’n sostuvo que de los 800 atentados cometidos en esta instalaci¢n desde 1988, s¢lo 34 afectaron a Venezuela.
El diplom tico asegur¢ que el oleoducto no representa un objetivo militar y que la acci¢n del ELN «s¢lo persigue contaminar» para causar «problemas en las relaciones entre Venezuela y Colombia».
Bula consider¢ que el Estado colombiano no tiene responsabilidad por las consecuencias de los atentados porque no ocasion¢ el da_o, pero anunci¢ que se cumplir con lo acordado en el plan binacional de las empresas petroleras y, por lo tanto, pagar los costos.
El pescador Diofanol P’rez afirm¢ que el primer atentado lo oblig¢ a suspender su actividad en la zona fronteriza. «En el r¡o no se puede hacer nada mientras est’ la mancha de petr¢leo, y eso va a durar muchos d¡as. No tenemos nada para comer y somos padres de familia», dijo.
La Asociaci¢n de Pescadores, que reone a 500 personas, pidi¢ que PDVSA le d’ temporalmente trabajo a los afectados mientras se desarrolla el plan de contingencia, pues no tendr n ingresos en ese lapso. «Los pescadores son los m s afectados, pero tambi’n los que vivimos en la zona», dijo Adafel Ocando, campesino en la ribera del Catatumbo. «La situaci¢n est fea. Hay mucho petr¢leo en las orillas y todo est negro. Si las cosas siguen as¡, vamos a perder el r¡o», se lament¢.
DERRAME PETROLERO EN COLOMBIA AFECTA LOS RÍOS VENEZOLANOS
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