A todas luces, las cifras que manejamos para la financiación del Estado y los presupuestos, son ridículas comparándolas con esta macro cifra delictiva, que deberíamos no olvidar jamás, cuando vemos las caras de quienes se lo han llevado crudo y de los que lo han permitido.
Mirad. 4.746,36MM euros destinará Montoro en 2015 a fomentar el empleo o 6.395,40MM euros a créditos a la investigación. De los ridículos 1.469,60MM euros para becas ya ni hablamos, pero insisto: la deuda pública supera ya casi a lo que el Estado recauda. Y es que las corruptelas todavía siguen en activo y sus artífices en sus puestos, a pesar de los pesares, que son muchos pesares.
Primero fueron los jueces. Magistrados como Velasco o Ruz ya se han pronunciado y los seis jueces centrales de instrucción de la Audiencia Nacional han pedido medios personales y materiales para investigar las causas por delitos económicos y los vinculados con la corrupción. Ahora es la Guardia Civil, la UCO -la que se encarga de los delitos y las tramas de corrupción económica- la que afirma que debe desechar nuevas líneas de investigación por falta de recursos y que los corruptos quedan en libertad por falta de medios. Los agentes tienen jornadas de 24 horas y no dan abasto.
Tanto los jueces como la UCO culpan al gobierno de Mariano Rajoy de llevar a cabo un perverso juego. Por un lado intenta convencer a la opinión pública de que ha aprobado medidas anticorrupción, ¡la gran mentira!, y por otro priva de medios a jueces y Guardia Civil, mientras, públicamente, los acusa de ser lentos.
Fabra todavía no ha entrado a la cárcel, Matas ya está en la calle y a Bárcenas lo vemos cualquier día ya en la calle, mientras Rajoy y Santamaría dicen a los medios que «aceptan las resoluciones judiciales».
El Partido Popular no tiene ninguna intención de facilitar la transparencia institucional en este país. Ni siquiera se atreve a apartar a sus corruptos demostrados de sus puestos. Saben demasiado y tienen poca ética o sentido de la fidelidad, para permanecer callados si se ven en un aprieto.
40.000 millones de euros. Seis billones seiscientos cincuenta y cinco mil cuatrocientos cuarenta millones de pesetas, en corrupción. Y todo puede quedase como está y seguir como está. En nuestro tejado está la pelota.
Gema Castellano @GemaCastellano