Los votos del PSOE parece, según el Barómetro, que se los reparten entre Ciudadanos y Podemos. Craso error el que lleva arrastrando el PSOE desde que Zapatero se sentó con los banqueros poco antes de la debacle financiera; a base de descafeinarse, se va a diluir. ¿Pero no es eso precisamente lo que hace Albert Rivera? ¿Diluirse entre un pensamiento ultraconservador que esconde en público y el mismo esperpéntico «liberalsocialismo» en el que viene moviéndose el PSOE?
En fin. Allí, en lo que llaman centro, andan a empujones como en el camarote de los Hermanos Max, porque ¡oye, todos no caben!
Pero como saben que en España no somos de los valientes con iniciativas y responsabilidad para cambiar las cosas, sino de los estoicos de lamento tabernero, no cabe duda de que el centro es el púlpito más cómodo para partidos con pocas agallas para cambiar nada y sí muchas ganas de agarrar poder.
Podemos anda a la suya. Bueno, más bien tendiendo hacia ese cómodo centro aunque sin llegar, porque escorarse hacia la clase obrera supone quedarse como Garzón, de IU. Con mucha razón y lucidez, pero sin el apoyo de una sociedad, la española, que hace dos décadas que ya no se considera obrera sino digna clase media con dos coches, apartamento vacacional, dos hipotecas, plan de pensiones y niño en colegio de pago. Aunque tengan que salir en la tv para que no los desahucien por impago.
Así andamos. No obstante, nada es seguro bajo el sol. Porque otra de las características del español medio es que es un absoluto mentiroso cuando se trata de responder a encuestas. Así que, pese a las especulaciones, vete tú a saber qué ocurrirá el 20D.
Por mi parte, espero que los españoles voten más en concordancia al pensamiento de Mark Zuckerberg, dispuesto a ceder el 99% de sus acciones de Facebook para que su hija viva en un mundo mejor que al de Soraya Sáenz de Santamaría, quién ya ha advertido que los hijos de los españoles vivirán peor que sus padres.
Gema Castellano @GemaCastellano
PD. para los curiosos, este es el informe del CIS: