Tanto corren y avanzan, que no nos damos ni cuenta de que, de repente, hacemos cosas que años antes habrían sido impensables o adoptamos hábitos que de vida que meses antes habrían sido impensables, con toda naturalidad. Lo que antes era bueno ahora no, y no porque fuera bueno o malo sino porque encaja o no con los nuevos escenarios que diseñan para nosotros.
La crisis económico-financiero-social lo ha trastocado todo y en este menester político-económico-financiero de cambiar para que nada cambie, los conceptos no dan vueltas sino volteretas, con el objetivo de que se instauren en la población nuevos hábitos y necesidades que se acomoden al nuevo diseño de sociedad.
A estas alturas de la película, ya no hay ciudadano menor de 40-50 años que crea en un futuro asegurado con esa pensión ansiada tras años de cotizaciones a la seguridad social.
La mayoría de los economistas, sobretodo los de ideología liberal, han aprovechado la coyuntura de la tremenda corrupción institucional y la subida de impuestos, para realizar una campaña brutal en pro de un adelgazamiento del Estado, de la abolición de impuestos y de que sea el propio trabajador el que gestione sus recursos. Al ciudadano esto le ha sonado a música celestial.
Estos economistas e instituciones, entre las que se encuentra el Banco de España, pretenden volcar en el ciudadano la responsabilidad de la gestión de su salud presente y futura o de su pensión futura. En un ciudadano español, cuya cultura financiera -y de la otra- es prácticamente nula.
Pero al ciudadano -acostumbrado a no querer escuchar nada más que lo que le suena bien- le suena bien lo que le cuentan, por lo que esta nueva filosofía de vida es muy probable que, en breve, comience a imponerse. Este es, sin duda, un asunto de alto voltaje al que próximamente dedicaremos tiempo -en parte porque dependerá de los resultados electorales y en parte porque la sociedad lo exigirá con su demanda- pero permitid que en este post, me refiera a los que ya «van por delante».
Todos los fashionistas que asistan a la Vogue Fashion Night Out el próximo jueves 10 de septiembre, podrán hacer una paradita en Serrano 63 para enterarse de que «la Bolsa está de moda» No; no hablamos de la bolsa de Valentino, de la de Jimmy Choo o de la de Chanel que lucen -la mayoría de las veces vacía- todos esos ávidos de notoriedad, sino a la de inversiones.
Veréis. Renta 4, la banca de inversiones o broker financiero, como queráis llamarlo, ha pensado que convertirse en creador de tendencias no estaría mal. Así que abrirá su sucursal de Serrano para vender unas Tote Bags -unas simples bolsas de tela- para recaudar dinero que irá a parar a su fundación. Dicen que con esto pretenden acercar el mundo de las inversiones al consumidor. Bien. De nuevo, no nos equivocamos. Ya se ha abierto la veda.
Lo que Renta 4 no ha explicado es si dentro de esas «tote bags» -‘bolsa de mano’ , que en inglés parece que suena más fashion– podrán folletos explicativos de la «Operación Parqué» o por qué La Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) los investiga por ser uno de los beneficiados por las decisiones de altos cargos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), consistentes en otorgar de forma irregular licencias para operar a entidades afines y perjudicar intencionadamente a la competencia.
Vivir para ver. ¿Habrán detectado en el sector del consumista compulsivo al nuevo incauto financiero?
Gema Castellano @GemaCastellano